El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado hoy que la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul fue resultado de "un asesinato planificado".

"El asesinato pudo haber ocurrido en el consulado, oficialmente territorio saudí, pero está en nuestro país. No puede ser ocultado por la inmunidad diplomática", declaró Erdogan.

Erdogan relató en el Parlamento numerosos detalles revelados por la investigación turca, empezando con la llegada de un equipo saudí el día anterior al crimen, que inspeccionaba diferentes localidades de la región de Estambul para preparar el asesinato.

En su esperada declaración sobre los hechos en el Parlamento turco, Erdogan ha indicado que las pruebas recabadas hasta ahora por la Policía y los servicios de Inteligencia turcos apuntan a que Khashoggi fue objeto de "un asesinato violento y brutal" en el interior del consulado. "Encubrir un acto tan brutal lesionaría la consciencia de toda la humanidad", ha sostenido.

"El incidente no fue algo momentáneo" sino "resultado de una operación planeada", ha defendido, subrayando que quince saudíes expertos en Inteligencia, seguridad y forenses llegaron de forma apresurada a Estambul en las horas previas a que Khashoggi llegara al consulado.

Erdogan ha hecho un repaso pormenorizado de cómo se desarrollaron los hechos entre el 28 de septiembre, cuando Jashogi acudió por primera vez al consulado para tramitar unos documentos y le citaron para el 2 de octubre, y el 19 de octubre, cuando finalmente Arabia Saudí reconoció que el periodista había sido asesinado en las dependencias consulares.

Según ha indicado, tras esa primera visita personal del consulado viajó apresuradamente a su país, donde Erdogan sospecha que se hicieron los preparativos para la operación del 2 de octubre. En las horas previas a la cita de Khashoggi, llegaron al consulado en varios grupos 15 saudíes, quienes lo primero que hicieron fue "retirar los discos duros y las cámaras de seguridad del consulado".

El presidente turco ha lamentado que Riad tardara tanto tiempo en permitir el registro del consulado y ha criticado el comportamiento del cónsul, quien fue apartado del cargo. "Puede que el asesinato se haya producido en el interior del consulado, que es considerado suelo saudí, pero no se debe olvidar que está dentro de las fronteras de Turquía", ha subrayado.

"Ni la Convención de Viena ni otras leyes internacionales permiten que la investigación de un asesinato tan brutal sea cubierta por el escudo de la inmunidad diplomática", ha defendido Erdogan, que ha dejado claro que su país pretende hacer lo que haya que hacer para aclarar lo sucedido y que no se quedará "callado".

En este sentido, ha puesto el acento en que aún quedan varios interrogantes por resolver. "¿Por qué 15 personas, todas con cualidades que afectan a este incidente, se concentran en Estambul el día del asesinato? ¿Quién les dio la orden de ir a Estambul? ¿Por qué el cadáver de una persona, que se ha reconocido que fue asesinada, no aparece?", se ha preguntado.

A este respecto, ha pedido que se revele la identidad del "colaborador local" al que las autoridades saudíes han dicho que se entregó el cuerpo.

"Tenéis que revelar la identidad de esa persona", ha resaltado Erdogan, que durante su exposición de los hechos ha señalado que el día antes del asesinato personal del consulado llevó a cabo una "misión exploratoria" en el bosque de Belgrado, próximo a Estambul, y la vecina provincia de Yalova, donde los investigadores turcos tienen centrada actualmente la búsqueda de los restos de Khashoggi.

Erdogan ha considerado que "Arabia Saudí dio un paso importante al admitir el asesinato". "Ahora esperamos que castiguen a todos los que participaron en el asesinato", ha añadido, insistiendo en que "todos rindan cuentas, tanto los autores como quienes lo instigaron". Para el mandatario turco, "este es un asesinato político y debería ser investigado y juzgado de forma independiente y sin ningún sesgo".

Así las cosas, ha pedido al rey Salmán, de cuya "sinceridad" ha dicho no dudar, que permita que los 18 detenidos por el asesinato --los 15 identificados por Turquía inicialmente junto con tres trabajadores del consulado-- sean juzgados en Turquía, ya que los hechos se produjeron en Estambul, aunque el consulado sea suelo saudí. "Es su prerrogativa, pero esa es mi recomendación y sugerencia", ha afirmado.