El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha entregado su dimisión al presidente, Donald Trump, a petición de este último, poniendo así fin a una relación que ha estado marcada por las tensiones provocadas por la investigación del Departamento de Justicia sobre los supuestos vínculos de la campaña de Trump con Rusia.

Trump ha informado vía Twitter de que Matthew G. Whitaker sustituirá de forma interina a Sessions como jefe del Ministerio Público. El reemplazo definitivo se decidirá más tarde, ha señalado.

El fiscal general y el presidente han protagonizado múltiples choques, con cruce de comunicados y declaraciones, por la investigación sobre la presunta relación del equipo de Trump para la campaña presidencial de 2016 con el Kremlin.

En estos dos años, Trump le ha reprochado que ha dado demasiado oxígeno al fiscal especial Robert Mueller. Sessions, por su parte, se ha defendido diciendo que solo ha procurado preservar la independencia del Departamento.

"¡Agradecemos -prosiguió el presidente - al fiscal general Jeff Sessions su servicio y le deseamos el bien! Un sustituto permanente será nominado en una fecha posterior".

El hasta ahora máximo responsable de Justicia del Ejecutivo comunicó su dimisión en una carta enviada al presidente, hecha pública hoy, en la que no se precisa la fecha.

"A su petición, le envío mi renuncia", asegura Sessions en la misiva firmada por él, en la que no hizo ninguna crítica al mandatario y se limitó a agradecer el trabajo realizado al personal del departamento que dirigía.

La situación entre Trump y Sessions lleva siendo tensa, con altibajos desde hace más de un año, como consecuencia de la decisión del fiscal general de inhibirse de la investigación de la trama rusa por sus contactos con Moscú.

Este paso precedió al nombramiento del fiscal especial Robert Mueller para que investigara de forma independiente la supuesta coordinación entre la campaña del presidente y el Kremlin en los comicios de 2016.

En agosto pasado, Trump denunció que "Jeff Sessions se apartó, algo que no debería haber hecho o que me debería haber dicho. Aceptó el trabajo y luego dijo: 'Voy a apartarme (de la investigación sobre Rusia)'. ¿Qué tipo de hombre es ese?".

El mandatario nunca aceptó el paso dado por Sessions, que llevó a que el "número dos" del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, tomara las riendas sobre las pesquisas de la trama rusa y nombrara a Mueller.

Los ataques del presidente a Mueller han generado preocupación entre la oposición y parte de los conservadores por el peligro de que acabe por ordenar el despido del fiscal especial, algo que podría haber hecho Sessions si no se hubiera inhibido.