El Partido Demócrata vuelve a tener bajo su mando el Congreso de EE UU y desde la Cámara Baja planea un auténtico calvario para el polémico presidente de EE UU, Donald Trump, hasta las elecciones presidenciales de 2020. Al frente, liderando esta ofensiva demócrata contra el inquilino de la Casa Blanca, estará una nueva remesa de congresistas demócratas -que reflejan la diversidad racial de un EE UU polarizado-, cuya misión será plantar cara a Trump y preparar el terreno para desalojarlo de la Casa Blanca en 2020 movilizando a las bases del partido. Ese es el objetivo. Todo lo demás -la estrategia, los tiempos, la persona- aún está por decidir.
De entre ellas destaca la joven latina Alexandria Ocasio-Cortez, la nueva promesa de la izquierda Demócrata, que definiéndose como socialista se ha convertido a sus 29 años en la congresista más joven de la historia. También han hecho historia Deborah Haaland y Sharice Davids -las primeras nativas americanas en llegar al Congreso para el Partido Demócrata-, y Rashida Tlaib -de origen palestino-, e Ilhan Omar -refugiada somalí-, que son las primeras musulmanas en la cámara. A ellas se une Ayanna Pressley, la primera congresista negra de Massachusetts. Además, Veronica Escobar y Sylvia Garcia son las primeras legisladoras latinas de la conservadora Texas.
Los demócratas también han aumentado la representación del colectivo LGBTI en la Cámara baja del Capitolio, con Sharice Davids, que hizo historia como la primera congresista abiertamente LGBTI en el estado de Kansas, y Katie Hill, que se convirtió en la primera candidata abiertamente bisexual de California elegida para el Congreso.
Varias de estas nuevas congresistas han sido recientemente las protagonistas de la fotografía sobre estas líneas -de un reportaje de Vanity Fair que las describe como «la nueva cara del Partido Demócrata: jóvenes, no blancas, LGBTQ y feminizado» -, que corrió como la pólvora en redes sociales. Su imagen contrasta poderosamente con la bancada republicana en la que solo hay una mujer entre los 31 nuevos congresistas, por cierto, todo hombres blancos.
El 6 de noviembre los demócratas recuperaron el control de la Cámara de Representantes. 277 mujeres se presentaron a las elecciones, de las que fueron elegidas 102, un récord histórico justamente en el año en el que se conmemora el primer centenario del voto femenino en EE UU.
Los republicanos y Trump sufrieron un fuerte batacazo, pero el golpe no fue, ni de lejos, definitivo, ya que lograron mantener el Senado. De esta forma, comienza la segunda mitad del mandato de Trump en un contexto muy diferente al de la primera. Un signo de los nuevos tiempos en Washington es el choque por la financiación del muro con México, que paraliza la Administración desde hace casi dos semanas.
Además, la investigación por la trama rusa del fiscal especial Mueller sigue su ritmo sin pausa. El exabogado de Trump, Michael Cohen, fue condenado en diciembre a tres años de prisión por sobornar a la actriz porno Stormy Daniels y de la modelo de Playboy Karen McDougal, que amenazaron con revelar sus relaciones con Trump días antes de las elecciones presidenciales de 2016.
Muerte de al Badaui
Mientras, Trump se anotó ayer un tanto al confirmar la muerte de Yamal al Badaui, uno de los 'cerebros' del atentado perpetrado el 12 de octubre de 2000 contra el destructor estadounidense 'USS Cole' en el puerto yemení de Adén.
