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Entrevista

Rafael Matos González de Careaga: "El bloqueo a Gaza no puede ser defendido por nadie"

«La negación del derecho al retorno es de una crueldad espantosa»

Rafael Matos González de Careaga: "El bloqueo a Gaza no puede ser defendido por nadie"

P ¿Cómo define la situación entre Palestina e Israel?

R Estamos en un momento muy complicado en que el horizonte político para un acuerdo de paz está muy comprometido. Estamos pendientes de que se conozca el plan de Trump para la zona, pero los indicios no son buenos.

P ¿Conoce algún detalle?

R No, lo que conozco es a través de filtraciones. Las decisiones tomadas en materia de Jerusalén o de refugiados hacen que las autoridades palestinas piensen que se está aplicando sin necesidad de publicarlo.

P Centrándonos en Jerusalén, donde es usted cónsul. ¿Cuál es la situación tras el traslado de la embajada estadounidense y el intento de celebrar Eurovisión en la ciudad?

R Las autoridades israelíes tiene una visión muy clara: la capitalidad de Jerusalén es «única, indivisible y eterna». Evidentemente, la comunidad internacional no reconoce estos principios. España aspira a que Jerusalén pueda ser la capital compartida de Israel y el futuro estado de Palestina. No nos determinan las decisiones de Estados Unidos: la embajada española en Tel Aviv no se va a trasladar bajo ningún concepto.

P Con el aumento de los asentamientos y el muro construido por Israel que encierra poblaciones palestinas, ¿sigue existiendo la posibilidad de los dos estados como solución?

R Hay que intentar pelear por los dos estados, porque dichos estados darían respuesta a las necesidades legítimas de israelíes y palestinos.

P ¿Pero es realista esta posición con la situación actual?

R Las políticas de la administración israelí en materia de asentamientos y de presión en Jerusalén Oriental no ayudan. Hay un intento de cambiar la demografía a través de la retirada de permisos de residencia y de desalojos de palestinos. Es una realidad y se está repitiendo: el desalojo, las demoliciones, los asentamientos... Porque los asentamientos son núcleos de 40 o 50.ooo personas, no tres casitas. Hay una intencionalidad política. La resolución de la ONU 2334 establece que son contrarios al derecho internacional.

P ¿Esa resolución es la posición española?

R Absolutamente.

P Con los recortes a la UNRWA (agencia de la ONU para los refugiados palestinos) y de otros programas de ayudas, ¿en qué lugar queda la población palestina?

R La UNRWA da respuestas a 5 millones de refugiados. Trump la dejó en una situación insostenible pero la respuesta internacional ha permitido sostenerla, entre otros gracias al esfuerzo económico sin precedentes del gobierno español. Eso es importante pero sobre todo lanzar la señal política de apoyo a los refugiados palestinos. Que no están ahí por capricho: son unas personas que en el año 48 estaban en sus casas y que tuvieron que salir porque otros venían con armas expulsándolos y era una cuestión de supervivencia. Esto no ha tenido una respuesta en estos 70 años y ahí están.

P Y sobre los millones de refugiados que hay fuera de Palestina, ¿cree en el derecho al retorno de estas personas?

R No se puede negar el derecho de retorno. Otra cosa es como se articula, pero la negación es de una crueldad espantosa.

P ¿Como ve la situación política interna en Palestina?

R Hay una fragmentación tremenda y de fractura entre Fatah en Cisjordania y Hamas en la Franja de Gaza. Hay esfuerzos internacionales para fomentar el diálogo pero van lentos. En seis meses hay elecciones al Consejo Nacional Consultivo y puede ser una oportunidad para una consulta popular. Hace falta elecciones a todos los niveles. Estamos en una situación de excepcionalidad porque no estamos en un mundo normal.

P Esta situación de excepcionalidad se agudiza en la Franja de Gaza, donde el bloqueo que impone Israel genera un drama humanitario. ¿Cual es la posición española respecto a este bloqueo?

R El bloqueo tiene consecuencias inhumanas. Desde el punto de vista del derecho internacional no tiene encaje. El Gobierno de España tiene una gran preocupación por los dos millones de gazatíes en un régimen lo más asimilable a una prisión y que han estado sometidos a dificultades de todo tipo: falta de suministro eléctrico con seis horas de luz al día, problemas ecológicos de aguas contaminadas y con una situación de embargo donde los pescadores no pueden pescar a más de ocho millas. Al mismo tiempo Hamas figura como grupo terrorista para la UE y por tanto no hay contacto político. Son situaciones muy desgraciadas.

P Entiendo por su respuesta que España se opone al bloqueo a Gaza...

R El bloqueo de Gaza no puede ser defendido por nadie.

P Entre la población palestina se respira un pesimismo que antes no era palpable. Al mismo tiempo, hay periodistas que transmiten que en Israel hay una sensación de euforia tras 2018. ¿Está cómodo Israel con la ocupación de Palestina?

R Israel económicamente va muy bien. El ciudadano medio (y esto es una opinión personal) vive al margen de la cuestión palestina y quizás esa sea una de las razones por las que no hay una demanda social interna para pedir una normalización.

P Ha sido una entrevista con un tono poco halagüeño. ¿Hay alguna esperanza viable para la paz?

R Yo estoy esperanzado: el pueblo palestino es tremendamente joven. Esa población tiene derecho a tener las mismas condiciones de vida que el resto de jóvenes del mundo occidental. Hay que darles una respuesta. Llegará el momento en que los gobiernos comprendan que lo mejor para sus pueblos sea buscar una solución.

P ¿Pero están las dos partes en igualdad de condiciones para sentarse a negociar?

R No, la ecuación no está en igualdad de condiciones. Hay un David y hay un Goliat y el rol histórico de David se ha cambiado. Pero hay que transmitir optimismo, hay que buscar este optimismo.

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