Benjamín Vidal, un procurador alicantino residente desde hace un año en la localidad neozelandesa de Christchurch, recogió a uno de sus hijos en el colegio, situado a 300 metros de una de las dos mezquitas atacadas, poco antes de comenzar la matanza que ha acabado con la vida de, al menos, medio centenar de personas.

Vidal ha narrado este viernes al periodista Carlos Herrera en la COPE que los autores de los ataques portaban armas automáticas, "en el coche llevaban cinco metralletas automáticas y se oían perfectamente los disparos. Hay un momento en que se encasquilla una de las armas... Remataban a la gente en el suelo. Uno de ellos lo iba emitiendo en directo por Facebook live con una cámara Go pro en el casco".

"La primera mezquita tenía unas 500 personas y en la otra unas 150. También ha habido un tiroteo en el hospital", ha añadido.

El procurador alicantino, casado con una neozelandesa y padre de tres hijos, ha descrito Christchurch como "una ciudad súper tranquila, de un tamaño similar a Alicante y con una diversidad religiosa enorme". El aspecto de los terroristas incluía distintivos paramilitares y según el perfil de Facebook de alguno de los implicados, abogaban por "una nueva sociedad".