Francia considera que en este momento no hay justificación para conceder una prórroga larga del Brexit y cree que una salida sin acuerdo sería preferible a que la Unión Europea funcione mal debido a la permanencia del Reino Unido en el bloque, según explicaron hoy fuentes diplomáticas.

París mantiene así su oposición a una extensión de larga duración tras escuchar las explicaciones que dio la primera ministra británica, Theresa May, a los líderes de los otros 27 Estados de la UE durante la cumbre en la que deben decidir si conceden una prórroga como ha solicitado el Gobierno británico.

May ha pedido una extensión hasta el 30 de junio, pero el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha propuesto conceder una prórroga más larga, como máximo de un año, que permita al Reino Unido salir de la UE tan pronto como esté listo para ello, lo que supondría que Londres tendría que convocar elecciones europeas.

"No hay justificación en este momento para lanzarse a una extensión larga", indicaron fuentes francesas, insistiendo en que una prórroga de este tipo "sería un problema si fuera simple y gratuita, sin garantías sobre el funcionamiento de la UE".

Para París, las garantías que hay ahora mismo sobre la mesa no son suficientes como para dar su apoyo.

Las discusión entre los líderes, explicaron las citadas fuentes, no gira todavía sobre los detalles de una prórroga larga, sino sobre si tiene sentido conceder una extensión, algo que depende de que el Reino Unido tenga un plan "creíble".

Francia no considera que esté sola entre los socios europeos en su rechazo a una extensión larga, así como que haya divergencias con Alemania, que está abierta a este tipo de prórroga.

En este sentido, fuentes diplomáticas subrayan que muchos países han planteado cuestiones relativas al impacto que tendría en el funcionamiento de la UE que el Reino Unido siga participando en sus instituciones tras las elecciones, pese a estar en proceso de salida, así como sobre la claridad de los planes británicos.

Añaden que todos reconocen que existe un elemento nuevo con las conversaciones iniciadas entre el Gobierno conservador y la oposición laborista, pero destacan que estas discusiones por sí solas no constituyen un resultado ni justifican conceder una prórroga.

París no descarta la opción de una salida del Reino Unido sin acuerdo y lo considera preferible a minar el funcionamiento comunitario.

"No todo es preferible al no acuerdo. Poner en peligro el funcionamiento de la UE no es preferible a un no acuerdo", dijeron fuentes diplomáticas.

Además de Francia, el más tajante en su rechazo a una prórroga larga, Austria ha abogado también por una extensión lo más corta posible.

Una extensión larga implicaría que el Reino Unido tendría que hacer elecciones europeas y participaría de pleno derecho en la actividad comunitaria mientras siga siendo miembro, algo que genera inquietud dado que tendría derecho a veto en algunas decisiones.

En este contexto, en su carta de invitación a la cumbre a los líderes, Tusk había planteado la posibilidad de un estatus de "Estado miembro saliente" para el periodo de la prórroga, durante la que el Reino Unido tendría que mantener su "cooperación sincera" pese a estar en proceso de salirse de la UE.

Otras fuentes diplomáticas apuntan que se trataría de un concepto de nueva creación que podría asemejarse al término de "país entrante" durante el establecimiento del euro, un periodo en el que no todos los países de la Unión iban a unirse a la moneda única y los que sí lo hacían podían mantener reuniones sin el resto.

No obstante, tampoco descartan la posibilidad de que el Reino Unido se "autolimite" en determinadas decisiones para no influir en votos clave mientras permanezca en la Unión, aunque recordaron que no se podrán imponer a este país condiciones que sean "jurídicamente imposibles".