El barco "Alex" de la ONG italiana Mediterranea con 41 inmigrantes a bordo rescatados en el Mediterráneo central el jueves llegó hoy al puerto de la isla de Lampedusa sin permiso, pese a la prohibición del ministro del Interior, Matteo Salvini.

La nave, un velero de 20 metros de eslora, accedió a aguas territoriales italianas y finalmente atracó en Lampedusa con todos los inmigrantes hacinados en su cubierta, protegiéndose del sol con mantas térmicas, según pudo verse en una retransmisión de la ONG.

En el muelle esperaban agentes de policía y voluntarios de la Cruz Roja y otros organismos humanitarios, además de algunas personas que recibieron a la embarcación entre aplausos, y a las 15.30 GMT aún no se ha procedido al desembarco de los inmigrantes.

Multas de hasta 50.000 euros

Salvini mantiene una política de puertos cerrados a las ONG, a las que acusa de fomentar la inmigración irregular, y ha impulsado un decreto que establece multas de hasta 50.000 euros a quienes quebranten esa disposición.

Mediterranea salvó a 54 inmigrantes el pasado jueves en aguas internacionales frente a Libia y, tras la evacuación de 13 personas, entre mujeres embarazadas y niños, el resto permanecieron hacinados bajo el sol en la cubierta de este pequeño velero.

La ONG había denunciado que a bordo se vivía una situación insostenible, dada la falta de aseos para tantos rescatados (el velero tiene capacidad para 18 personas) y por ello ha invocado el estado de necesidad para forzar el bloqueo de Salvini.

"Ante la intolerable situación higiénico-sanitaria a bordo, 'ALEX' ha declarado el 'estado de necesidad' y se está dirigiendo hacia el puerto de Lampedusa, el único puerto posible y seguro de desembarque", anunciaron en Twitter.

Salvini había pedido que pusiera rumbo a Malta, que ofrecía el puerto de La Valeta, pero la ONG se negó porque estaba demasiado lejos, a 90 millas (unos 144 kilómetros), para un velero tan pequeño y con sobrecargo.

Mediterranea sigue así el ejemplo de la capitana de la nave "Sea Watch 3", la alemana Carola Rackete, que entró en Lampedusa el pasado 29 de junio con 40 inmigrantes a bordo tras 17 días a la espera, por lo que fue puesta en prisión domiciliar preventiva y después liberada por la justicia, algo que enfadó a Salvini.

Además, hay otra nave que espera un puerto seguro frente a las costas de Lampedusa. Se trata de la "Alan Kurdi" de la ONG alemana Sea-Eye, con 65 inmigrantes a bordo salvados en el Mediterráneo.

"Estamos esperando en aguas internacionales fuera de Lampedusa. La Guardia de Finanza (policía de frontera italiana) vino para darnos la orden de Salvini: El puerto está cerrado (...) Necesitamos urgentemente un puerto seguro", reclamó Sea-Eye, que sostuvo que en Alemania más de 70 ciudades acogerían a sus rescatados.