Al menos seis personas con lesiones menores y 13 detenidos dejaron hoy las protestas de grupos de derecha e izquierda en Portland (Oregon), informó la Policía, que declaró parte de esta ciudad estadounidense en "disturbio civil" para contener a los manifestantes.

La jefa de la Policía de Portland, Danielle Outlaw, informó en una conferencia de prensa de que alrededor de 1.200 personas llegaron a congregarse en las protestas, que obligaron a cerrar varias vías y puentes de esa urbe.

"Los agentes hicieron al menos 13 arrestos", indicó Outlaw, quien señaló que tienen conocimiento de seis personas con lesiones menores no causadas por los funcionarios de la Policía, una de las cuales fue llevada a un hospital local.

Otra persona fue atendida por un "asunto médico no relacionado", agregó la jefa policial.

Además, apuntó que los detenidos pueden afrontar cargos por conducta desordenada, interferencia con la Policía, resistencia al arresto, posesión de un arma en un parque y uso ilegal de un arma.

Outlaw señaló que desde la mañana de este sábado los manifestantes empezaron a congregarse en el centro de la ciudad y que hacia las 16.15 hora local debieron declarar la situación un "disturbio civil", debido a informaciones sobre conflictos entre los manifestantes.

Portland, considerada una de las urbes más progresistas de Estados Unidos y que fue escenario en 2016 de algunas de las protestas más multitudinarias tras el triunfo electoral del presidente Donald Trump, vivió en agosto del año pasado manifestaciones de este tipo que concluyeron en calma.

Este año, líderes de derecha convocaron a una protesta por el "Fin del terrorismo doméstico", llamamiento que fue atendido hoy por los grupos "Proud Boys" (Chicos orgullosos, en inglés), que la organización de derechos civiles Southern Poverty Law Center define como un movimiento de odio, y Patriot Prayer (Oración Patriota).

En respuesta a los movimientos de derecha, la agrupación antifascista "Antifa" también salió a las calles.

La Policía informó durante la jornada de la incautación de "armas" como escudos, barras de metal y madera -algunas utilizadas como astas de las banderas-, cuchillos, aerosoles usados para repeler osos y una pistola paralizante.

El alcalde de Portland, Ted Wheeler, destacó durante la misma conferencia de prensa que a las autoridades de la ciudad -que recibieron apoyo de sus colegas de localidades vecinas, estatales y federales- "se les asignó un trabajo extremadamente difícil", e indicó que lo desempeñaron como "verdaderos profesionales".

"Nos estábamos preparando para el peor escenario, estamos aliviados de que esto no haya sucedido", afirmó.

Durante la jornada, Trump se pronunció en su cuenta de Twitter sobre la protesta e indicó que Portland "está siendo observada muy de cerca".

"¡Esperemos que el alcalde pueda hacer su trabajo correctamente", añadió Trump, quien apuntó que se estaba considerando nombrar al grupo "Antifa" una "ORGANIZACIÓN DEL TERROR".

Consultado al respecto por la cadena CNN, Wheeler, quien se ha pronunciado en contra de la separación de familias inmigrantes por parte de la Administración Trump, afirmó que su trabajo era estar "enfocado en mantener la seguridad pública".

Las autoridades estaban en alerta para evitar que las protestas derivaran en actos violentos como el ocurrido en agosto de 2017, cuando un neonazi embistió con su vehículo a una multitud durante unas protestas en la ciudad de Charlottesville (Virginia), lo que causó la muerte de una mujer y decenas de heridos.