El ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, ha dimitido este miércoles tras la polémica por una operación contra la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado 2 de septiembre en la región de Caquetá, donde murieron ocho menores.

En un escueto comunicado, el ministro ha presentado su renuncia, que ha tenido lugar ante la fuerte presión ejercida por el Congreso y después de ser sometido a acusaciones por haber ocultado presuntamente la muerte de los menores, según ha informado el diario local 'El Tiempo'.

"El día de hoy en reunión con el señor presidente de la República (Iván Duque) para analizar la actual coyuntura política, se acordó que lo más conveniente era presentar renuncia al cargo de Ministro de Defensa Nacional", ha manifestado.

"Doy fe de su talante, liderazgo y entrega para realizar una gestión en beneficio de todos los colombianos", ha señalado Botero en relación con el presidente Duque, con el que ha mantenido un encuentro.

Botero, un empresario de 71 años, ocupaba el cargo de Ministro de Defensa desde agosto de 2018 y era responsable del manejo de la seguridad del país, incluida la lucha contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales como las disidencias de las FARC, la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las bandas criminales.

Según había asegurado el ministro de Defensa, "cuando esta operación se hizo no se conocía la presencia de menores". "Se revisó la legislación y los abogados conceptuaron positivamente que el señor Gildardo Cucho era una amenaza para la seguridad nacional y como tal se podía bombardear el sitio", justificó antes de insistir en que "todas estas operaciones tienen control judicial".