Cientos de migrantes centroamericanos han entrado este lunes en México cruzando el río Suchiate tras rechazar las autoridades mexicanas su propuesta de entrar en el país de forma "segura y ordenada" desde Guatemala.

Los agentes mexicanos han empleado gases lacrimógenos contra los migrantes, que han respondido lanzando piedras. En la confusión hubo golpes y gritos pese a que entre los centroamericanos había niños y mujeres.

Un grupo de ocho migrantes de la caravana centroamericana entregó previamente una carta a modo de ultimátum con un plazo de tres horas dirigida al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador con la intención de que les dejara pasar. Una vez transcurrido el plazo, los migrantes comenzaron a avanzar hacia el río que sirve de frontera natural entre ambas naciones.

En apenas unos días, cientos de hondureños, a los que también se han sumado guatemaltecos, han atravesado la región hasta llegar a la frontera con México, cerrada y fuertemente custodiada por la Guardia Nacional.

El año pasado se produjeron fuertes choques en este mismo escenario entre migrantes centroamericanos y fuerzas de seguridad. Algunos, desesperados por entrar en México, se lanzaron al río que sirve de frontera natural para cruzar a nado.

Los migrantes del llamado Triángulo Norte --El Salvador, Guatemala y Honduras-- comenzaron a marchar en grupo en octubre de 2018 para protegerse de los peligros de la travesía por la región, plagada de organizaciones criminales.

Entonces, la Administración de Donald Trump llegó a hablar de "invasión" y forzó a los países emisores y a México, país de tránsito, a firmar acuerdos migratorios para fortalecer las medidas contra la inmigración ilegal bajo amenaza de retirar la ayuda estadounidense que reciben e incluso de imponer aranceles comerciales.