El ministro británico de Asuntos Exteriores, el conservador Dominic Raab, anunció este jueves que el confinamiento obligatorio se extenderá durante, al menos, tres semanas más en el Reino Unido para tratar de frenar la propagación del coronavirus.

Raab, quien lidera el Gobierno mientras el primer ministro, Boris Johnson, se recupera de la COVID-19, dio a conocer que el confinamiento se extenderá hasta alrededor del 7 de mayo después de que se registrasen 861 fallecimientos por la enfermedad en las últimas 24 horas, lo que supone un nuevo récord diario.

El ministerio de Sanidad del Reino Unido informó este jueves de que el número de muertos por coronavirus en hospitales británicos se incrementó hasta 13.729, si bien destacó que las medidas de distanciamiento social están siendo "exitosas".

"Paso a paso, nuestro plan de acción está encaminado a ralentizar la propagación del coronavirus para que menos gente necesite tratamiento hospitalario", declaró Raab durante la rueda de prensa diaria, en la que estuvo acompañado por el asesor médico y el científico del Gobierno, Chris Whitty y Patrick Vallance, respectivamente.

El jefe de la diplomacia británica recordó que, aunque el distanciamiento social está dando frutos, los asesores advierten de que las evidencias son aún "mixtas e inconsistentes" y reconoció que todavía no se han reducido "las tasas de infección tanto como querríamos".

"Cualquier cambio ahora en las medidas de distanciamiento social pondría aumentar significativamente las infecciones", subrayó Raab, quien insistió en que "cualquier relajación" de esas condiciones supondría un riesgo para "la salud pública y para la economía".

Por ello, señaló que el Gobierno solo consideraría la desescalada del confinamiento cuando esté claro que el Servicio Nacional de Salud (NHS) "puede hacer frente" a la epidemia, haya "evidencia de una caída sostenida y constante en las tasas de mortalidad diarias" y "los datos fiables" muestren que la "tasa de infección cae a niveles manejables".

El Ejecutivo, agregó, también debe tener atados para llegar a ese escenario "ciertos desafíos operativos", como "garantizar test y cantidades adecuadas" de Equipos de Protección Personal (EPIs) y "estar seguros de que cualquier ajuste no provocará un segundo pico".