El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha recibido en la Casa Blanca a representantes de cuerpos policiales y ha defendido su labor durante las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd. Sin embargo, ha abierto la puerta a buscar ideas para que la acción policial sea "más amable".

Trump ha rechazado los llamamientos a retirar financiación o disolver las fuerzas policiales, aunque ha reconocido que "a veces hay cosas horribles, como las que hemos visto recientemente".

"El 99% (de los policías) son gente magnífica (...). La Policía está haciendo un trabajo maravilloso", ha apuntado Trump, que ha recordado de nuevo la baja criminalidad.

"Vamos a hablar de algunas ideas sobre cómo podemos conseguir que sea mejor y cómo podemos hacerlo si es posible de una forma mucho más amable", ha argumentado.

En la reunión han estado presentes representantes sindicales de la policía y dirigentes de fuerzas policiales, además del fiscal general estadounidense, William Barr. Previamente, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, había explicado que "no lamenta" el uso de gas lacrimógeno contra manifestantes pacíficos la semana pasada en Washington, cerca de la sede presidencial.

"No lamentamos nada por parte de esta Casa Blanca", ha afirmado McEnany en rueda de prensa, al tiempo que ha insinuado que la responsabilidad sería del fiscal general, Barr, y de la Policía.

El Servicio Secreto aconsejó a Trump ir al búnker

Por otra parte, el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, ha contradicho a Trump y ha asegurado que el Servicio Secretó recomendó al mandatario bajar al búnker en el marco de las protestas por la muerte de Floyd.

Trump fue evacuado el viernes 29 de mayo al búnker de la Casa Blanca ante la escalada de protestas en las inmediaciones del edificio, donde el Servicio Secreto se vio obligado a intervenir para retirar algunas de las barreras instaladas junto a la sede presidencial.

Posteriormente, el presidente sostuvo que ingresó en el búnker "durante un corto período de tiempo" y de día, solo "para inspeccionar" las instalaciones. En este contexto, en una entrevista concedida a Fox News, Barr ha precisado que "las cosas estaban tan mal que el Servicio Secreto recomendó que el presidente bajara al búnker (de la Casa Blanca)".

El fiscal general estadounidense se ha expresado así para defender la expansión del perímetro de seguridad alrededor de la Casa Blanca y la Plaza Lafayette, que implicó el uso de gases lacrimógenos y balas de goma contra los manifestantes congregados para protestar por la muerte de Floyd al lunes siguiente, el 1 de junio. Cuando los manifestantes fueron dispersados, Trump salió de la Casa Blanca y visitó la iglesia de Saint John, donde se fotografió sosteniendo una biblia.