"Independencia o nada". Nicolás Maduro instruyó que esa sea la consigna para las Fuerzas Armadas Bolivarianas en medio de las durísimas circunstancias políticas y económicas, y cuando el problema de tener poco o casi nada se vuelve crucial. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2019-2020 (Encovi), Venezuela se ha convertido en el país más pobre de Sudamérica. Un 64,8% de los venezolanos enfrenta situaciones de "pobreza multidimensional", una categoría que, precisaron los investigadores, contempla los niveles de vida, empleo, educación servicios públicos y vivienda.

"No hay riqueza que repartir. Cuando eso ocurre, aumenta la pobreza", dijo Luis Pedro España, coordinador de la encuesta patrocinada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (Iies) de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab). La razón de este retroceso histórico está relacionada con la caída del PIB del 70% acumulada entre el 2013 y el 2019.

"Todos somos pobres desde el punto de vista del ingreso, pero no todos tenemos el mismo tipo de pobreza", dijo España. En ese sentido precisó que si se mide solo la capacidad adquisitiva, el 79% de la población no tiene cómo cubrir las necesidades alimentarias. En el 2019, la entrega de cajas con alimentos y productos de limpieza que subsidian los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) aumentó un 92%. Pero al momento de decretarse la cuarentena social, en un 88% de los hogares la comida se terminaba antes de que concluyera el mes. Un 83% de los venezolanos dejaron de tener una alimentación saludable desde la llegada del covid-19.

Las conclusiones de Encovi se basaron en 9.000 entrevistas que arrojaron un nuevo perfil demográfico, debido al tamaño de la diáspora (unos cinco millones de migrantes), una mayor desnutrición infantil, el repunte del retraso escolar y un incremento de la desigualdad social. Si bien un 77% de los hogares tienen acceso a agua corriente, la encuesta consigna que no todos reciben agua potable de manera continua en plena pandemia: la gran mayoría de ellos cuentan con el servicio solo ciertos días a la semana (59%) o algunas veces al mes (15%).

Endurecimiento político

La creciente precarización de la vida no solo coincide con el covid-19. A la par se verifica un endurecimiento político del madurismo y mayores presiones internacionales. Con miras a los comicios parlamentarios de diciembre, el Tribunal Supremo de Justicia acaba de suspender a las autoridades de Voluntad Popular (VP), el partido más duro de la oposición que lidera Leopoldo López, quien se encuentra en la residencia del embajador español desde finales de abril del 2019, y el diputado Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos y otros 54 gobiernos como presidente "encargado" de Venezuela. Semanas atrás se tomó una medida similar con Primero Justicia y Acción Democrática, las principales fuerzas aliadas de VP.

"No pasarán, no serán poder político jamás en la vida mientras exista una Fuerza Armada Nacional Bolivariana como la que hoy tenemos, una Fuerza Armada antiimperialista, revolucionaria y bolivariana", le dijo a la oposición el pasado domingo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. Se trata de la primera arenga desafiante desde la reciente convocatoria a los comicios legislativos cuya legitimidad ya ha sido descartada por Guaidó y López.