Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) decidieron este miércoles no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales en Bielorrusia del 9 de agosto, en los que se proclamó vencedor el actual mandatario, Alexandr Lukashenko.

"Las elecciones no fueron justas ni libres y no cumplieron los estándares internacionales. No reconocemos los resultados presentados por la autoridades bielorrusas", declaró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en una rueda de prensa al término de una cumbre telemática de líderes comunitarios.

El político belga insistió en que la situación en esa república exsoviética es "cada vez más preocupante" y que el mensaje de los líderes europeos es "claro": "La UE se mantiene en solidaridad con el pueblo de Bielorrusia, y no aceptamos la impunidad".

También insistió en que los problemas que atraviesa el país no tratan "sobre geopolítica", sino que "en primer lugar, es una crisis nacional" sobre "el derecho a elegir libremente a los líderes".

Michel consideró que la violencia oficial contra los manifestantes que han salido a las calles para protestar contra los resultados electorales fue "impactante e inaceptable", a la vez que condenó "la brutalidad" ejercida contra los ciudadanos y pidió una "investigación completa" sobre lo sucedido.

"Se debe evitar cualquier violencia", insistió, y declaró que los medios de comunicación y una sociedad civil fuertes son "elementos clave que deben ser protegidos de arrestos arbitrarios".

El presidente del Consejo Europeo se refirió igualmente a que la UE "impondrá sanciones a un número sustancial" de personas consideradas responsables del fraude electoral y de la violencia, unas medidas restrictivas que ya prepararan los servicios del Consejo de la UE. "Se trata de sanciones selectivas, no contra el pueblo bielorruso", aclaró.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que la UE está dispuesta a acompañar la transición en Bielorrusia respaldando un diálogo entre autoridades y oposición, y en ese contexto dijo que apoyan el papel de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa. En su opinión, el cambio en Bielorrusia "debe crecer desde dentro" del país.

Preguntado por el papel que esperan de Rusia, aliada de Lukashenko, Michel recordó que habló el martes con su presidente, Vladímir Putin, y recalcó que "el futuro de Bielorrusia tiene que ser decidido por los bielorrusos, no en Bruselas ni en Moscú".

"Es importante que en ambos lados, Moscú y Bruselas, apoyemos todos los esfuerzos por lograr una solución pacífica", comentó.