El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, subrayaron este jueves que sus respectivos países están preparados para ofrecer ayuda médica y asilo al líder opositor ruso Alexéi Navalni, presuntamente envenenado, si este lo solicita.

"Evidentemente estamos preocupados y tristes por su situación. Estamos obviamente preparados para dar toda la ayuda necesaria a Navalni y a sus allegados, a nivel sanitario y en materia de asilo y protección", dijo Macron.

El presidente francés lanzó su ofrecimiento en una conferencia de prensa conjunta con Merkel tras su encuentro bilateral en el Fuerte de Brégançon, residencia estival de los mandatarios galos en el sur de Francia.

Navalni, de 44 años, se sintió mal a bordo del avión en el que regresaba a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk y la aeronave tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Omsk, donde fue hospitalizado. Según aseguró este jueves su portavoz, fue envenenado.

"Deben esclarecerse las circunstancias que han llevado a esta situación", subrayó Macron, que sostuvo que estarán pendientes de la investigación. Merkel recalcó que el líder opositor ruso "podrá recibir toda la ayuda y el apoyo médico" tanto en Francia como en Alemania.

"Tenemos que saber cómo se ha llegado hasta ahí. Exigimos explicaciones, que las condiciones de ese envenenamiento sean transparentes", añadió la canciller, primera representante alemana en visitar Brégançon desde que lo hiciera en 1985 su mentor, Helmut Kohl, invitado por François Mitterrand.

Alemania exige un esclarecimiento "completo y transparente"

Berlín exigió hoy un esclarecimiento "completo y transparente" de las circunstancias en torno al ingreso en un hospital del líder opositor ruso Alexéi Navalni y, sin querer pronunciarse sobre las sospechas de un posible envenenamiento, aludió al "problemático trato" a los disidentes en Rusia.

En una rueda de prensa ordinaria, el portavoz del Ejecutivo alemán Steffen Seibert, subrayó que la primera prioridad es "poder salvarle la vida" a Navalni, y la otra cuestión es que "hay evidentemente una grave sospecha de envenenamiento que debe ser esclarecida de manera completa y transparente".

Agregó que el Gobierno alemán "observa detenidamente" el trato que reciben no sólo Navalni, sino otros representantes de la oposición, la sociedad civil y la prensa.

En ese sentido, subrayó que el caso de la organización no gubernamental liderada por Navalni "es sólo un ejemplo del trato muy problemático que se dispensa a los disidentes en Rusia".

La principal cuestión ahora no es evaluar "acciones o posturas políticas concretas" de Navalni, sino que "un importante político de la oposición ha sido ingresado en un hospital con la sospecha de envenenamiento" -que desde aquí no se pueden evaluar, puntualizo- y que hay que hacerle llegar toda la ayuda médica posible.

También la portavoz de Exteriores, Maria Adebahr, rechazó participar en especulaciones y subrayó que el estado de salud de Navalni es una "cuestión médica" que desde Berlín no se puede evaluar ni confirmar.

Por otra parte, informó de que el Gobierno alemán está en contacto con las autoridades rusas "para lograr una solución profesional y transparente de este caso de emergencia humanitaria" y para determinar en qué medida puede contribuir Alemania.

Se mostró convencida de que es "del interés de todos" que el proceso se lleve a cabo "sin fricciones".