La lucha contra la pandemia de COVID-19 necesita de una mayor coordinación europea para evitar que cada país adopte medidas diferentes que puedan desembocar en un nuevo cierre de fronteras, indicaron este jueves el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel.

El eje franco-alemán volvió a colocarse en vanguardia al exigir que los 27 adopten recetas comunes en la lucha contra la pandemia, que ambos consideraron como el principal desafío que afronta la Unión Europea (UE).

Tras mantener una reunión de más de dos horas en el Fuerte de Brégançon, la residencia estival de los presidentes franceses en el sur del país, los dos líderes mostraron una amplia identidad de criterios a la hora de afrontar la agenda internacional.

Desde la pandemia a la situación de Bielorrusia o Libia, pasando por los planes de recuperación o la soberanía comunitaria, ambos líderes hicieron discursos análogos.

Solo la situación en el Mediterráneo oriental, con las tensiones entre Turquía y Grecia, parece levantar ampollas entre los dos países, pero frente a la prensa vistieron sus diferencias y enfatizaron la complementariedad de miras necesaria para obtener resultados.Lucha coordinada

París y Berlín quieren avanzar con el paso coordinado y arrastrar al resto de socios. En primer lugar en el combate contra la COVID-19. La pandemia "no ha terminado y más que nunca hace falta una iniciativa europea, no nos podemos quedar en iniciativas nacionales, no se puede volver a confinar de forma local, hay que combatirlo de forma conjunta", advirtió la canciller.

Merkel aseguró que no sería eficiente si, por ejemplo, "estudiantes alemanes se vieran privados de celebrar en Alemania su graduación pero pudieran ir a hacerlo a otros países".

El presidente francés destacó la coordinación entre París y Berlín para afrontar la pandemia y pidió que se extienda a nivel comunitario.

Mientras la enfermedad parece recobrar brío en el continente con la aparición de numerosos rebrotes, Macron apeló a "evitar los errores del pasado" y preconizó aplicar de forma unánime la estrategia franco-alemana, que pasa por generalizar las medidas de prevención, los test, el rastreo de los contactos de los casos positivos y su aislamiento.

Agregó que el desafío pasa ahora por saber contener los focos infecciosos para evitar que se extiendan por el continente.

Macron aseguró, además, que Europa ha mejorado la coordinación en la búsqueda de una vacuna, su producción y su distribución cuando esté lista, al tiempo que sostuvo que existen varios candidatos "en fase 3", por lo que consideró "razonable" que esté disponible "en los próximos meses".

El presidente francés también alabó la cooperación comunitaria en la respuesta europea a las consecuencias económicas de la pandemia, con el plan de rescate de 750.000 millones de euros aprobado el mes pasado.

En este sentido, Macron y Merkel destacaron la importancia de que sea refrendado lo antes posible por el Parlamento Europeo y los legislativos nacionales y anunciaron que presentarán proyectos conjuntos para recibir parte de esos fondos.

Deseo de mayor soberanía europea

También coincidieron en que ese dinero debe contribuir a crear una europa más soberana e independiente, que permita a la UE elevar su peso en la escena internacional.

En ese sentido, Merkel indicó que "hay margen de progreso" a la hora de que Europa tenga una única voz en el mundo y apeló a una mayor coordinación para conseguirlo.

Francia y Alemania son, según sus líderes, el mejor ejemplo de que juntos tienen más repercusión y así lo escenificaron tras su encuentro, mostrando un criterio idéntico en las grandes crisis internacionales.

En la que se ha abierto en Bielorrusia, invitaron a Moscú a abrir una mediación conjunta con ellos, a la que también debe contribuir la OSCE, en favor de una transición pacífica en el país, en la línea de lo acordado la víspera por el Consejo Europeo.

"No podemos permitir que suceda lo mismo que en Ucrania", advirtió Macron, que señaló que su homólogo ruso, Vladímir Putin, se ha mostrado favorable a esa mediación.

Ni siquiera en la tensión con Turquía reconocieron discrepancias. "Tenemos un objetivo común, aunque no siempre hayamos tenido el mismo discurso", aseguró Macron, que consideró que, frente a este tipo de crisis "son necesarias la presión y el diálogo", por lo que consideró "complementarias" las vías abiertas por París y Berlín.