Las autoridades de Bélgica han fijado a partir de este viernes la obligación de guardar cuarentena y someterse a prueba PCR para todos los turistas provenientes de España, con la única excepción de la isla de Tenerife.

Así lo ha comunicado este miércoles el Ministerio de Exteriores belga en su última actualización de las recomendaciones de viaje. Desde las 16.00 horas del día 4 de septiembre todo el territorio español, salvo Tenerife, quedarán encuadrados en la lista 'roja' de destinos a los que Bélgica desaconseja viajar y a los que exige prueba médica y cuarentena obligatoria a su regreso.

Tenerife se mantiene en la lista 'naranja', territorios para los que se recomienda la cuarentena pero no es obligatoria. Hasta ahora aproximadamente la mitad de las provincias de España se encontraban en zona 'roja' y la otra mitad eran consideradas como zona 'naranja', si bien el número de regiones sobre el que se han endurecido las medidas ha ido creciendo en las últimas semanas.

En Bélgica existe preocupación por la situación epidemiológica de España y se han ido sucediendo los mensajes de las autoridades desalentando los viajes. Un virólogo y miembro de la célula que elabora los códigos de colores avisó hace dos semanas de que la situación en España era "verdaderamente delicada" y mostró gran preocupación por la evolución de la pandemia.

Hay que tener en cuenta que España es el segundo destino turístico para los belgas que viajan al extranjero. El año pasado se registraron 1,6 millones de viajes de al menos cuatro días a España.

Canarias, de riesgo para Alemania

El Gobierno de Alemania ha incluido a las Islas Canarias dentro de la lista de zonas consideradas de riesgo por la prevalencia de los contagios de coronavirus, con lo que extiende a toda España una serie de advertencias que comenzó a aplicar a mediados de agosto.

La canciller alemana, Angela Merkel, ya recomendó a finales de agosto no viajar a estas zonas de riesgo, después de que su gobierno pactase con las regiones una revisión de los protocolos aplicados a los viajeros que retornen desde los países incluidos en la lista.

En lugar de una realización masiva de pruebas, las autoridades alemanas son partidarias ahora de imponer cuarentenas a estos viajeros, de tal forma que no abandonen el aislamiento hasta que no hayan dado negativo en un test realizado al menos cinco días después de su entrada.