La sustancia con la que ha sido envenenado el opositor ruso Alexéi Navalni, ingresado en coma en Alemania, es una potente neurotoxina que forma parte del grupo de los agentes novichok. Esta familia de venenos fue desarrollada en la Unión Soviética y en Rusia en los años 80 y 90 y puede administrarse en forma de líquido, polvo o aerosol. Los expertos aseguran que es más letal, incluso, que otros agentes nerviosos como el gas sarín.

Causa espasmos musculares que pueden provocar parada cardiaca y acumulación de fluido en los pulmones que puede ser mortal, así como daños en otros órganos y células nerviosas.

Agente nervioso difícil de detectar

Los expertos hacen hincapié en la dificultad de detectar la ingesta de esta sustancia, considerada de cuarta generación, porque produce efectos que se confunden con otras dolencias al no dejar rastro en sangre. La cancillera alemana, Angela Merkel, subrayó que, tras hacer las comprobaciones, no hay ninguna duda de la presencia de la sustancia en el cuerpo del opositor.

El precedente de Sergei Skripal

La sustancia es la misma con la que fue envenenado en el 2018 el exagente doble ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en un parque de la localidad británica de Salisbury. Los dos consiguieron sobrevivir al ataque, que las autoridades británicas atribuyeron a agentes rusos.

Arma prohibida

La Organización para la Prohibición de Armas Químicas actualizó en 2019 su lista de sustancias prohibidas para incluir el Novichok. Sus 193 estados miembros acordaron por consenso incluir esta sustancia en las listas de compuestos químicos tóxicos y sus precursores, como el gas sarín o el cloro, respaldando así una propuesta conjunta de Holanda, Estados Unidos y Canadá.