Francia ha reconfinado todo el país desde este viernes y al menos hasta el 1 de diciembre para atajar la segunda ola de covid-19 y, en París, miles de ciudadanos se han echado a la carretera para abandonar la capital. Este jueves por la noche, la región sufrió atascos récord, con 730 kilómetros acumulados (el miércoles ya hubo 400), según las autoridades de tráfico. De este modo, miles abandonaban la urbe y su periferia rumbo a segundas residencias y localidades de origen, donde pretenden pasr el confinamiento.

"Entiendo esa actitud. El confinamiento es extremadamente duro", admitió la presidenta del consejo regional de París, Valerie Pecrésse.

Así era la situación de las principales radiales de la capital gala en la tarde del jueves:

Tranquilidad este viernes

Esta mañana, solo había 24 kilómetros de retenciones en los accesos a la capital, una cifra anormalmente baja.

Las calles de París están bastante más tranquilas de lo habitual, con un apreciable descenso de la circulación de vehículos privados y, sobre todo, se ve en las aceras a personas con carritos de la compra doméstica.

Más de 36.000 muertos

El país es el segundo de Europa, tras Irlanda, en aplicar un nuevo confinamiento nacional, que en este caso se extenderá inicialmente por un mes, hasta el 1 de diciembre. De todas formas, este confinamiento es más suave que el que vivió el país entre marzo y mayo pasados.

Francia suma ya más de 36.000 muertos y casi 1,3 millones de casos por la pandemia, con un ritmo de hospitalizaciones y de ingresos en cuidados intensivos cada vez más elevado.