Camiones y vehículos profesionales volvieron a atravesar este miércoles el Canal de la Mancha después de 48 horas bloqueados en el puerto inglés de Dover, con la reapertura esta medianoche de las fronteras entre el Reino Unido y Francia, que ha impuesto pruebas de diagnóstico para poder pasar.

Los primeros vehículos llegaron al puerto de Calais sobre las 03:30 hora local (02:30 hora GMT), cuando los camiones empezaron a salir del primer transbordador que salió de Inglaterra después de la medianoche.

Según el diario regional La Voix du Nord, las autoridades observaron también durante la madrugada el paso de algunos automóviles. Durante la noche había unos 3.000 camiones a la espera de atravesar el canal en transbordador.

"Habrá que organizar test pero no habrá cambios logísticos en el puerto. No esperamos un gran flujo de camiones este miércoles que salgan hacia Inglaterra, los británicos han almacenado suficiente", dijo el presidente de la sociedad de explotación del puerto, Jean-Marc Puissesseau, en el periódico francés.

A su vez, el tráfico de trenes en el eurotúnel para pasajeros comenzó también poco después de la medianoche, únicamente para los viajeros franceses o con residencia en Francia que podían presentar un test PCR realizado en las 72 horas anteriores.

Las naves para camiones no empezaron a salir hasta las 07:00 hora local (06:00 GMT), por lo que de momento el tráfico en el lado francés es fluido aunque las autoridades regionales no descartan activar más adelante planes de gestión para facilitar la circulación en las carreteras.

Los trabajadores que deben cruzar la frontera pueden recurrir a test rápidos de antígenos en lugar de los PCR. Las autoridades francesas podrían además hacer muestras aleatorias de la mercancía. Los camioneros que toman el eurotúnel son directamente diagnosticados por las autoridades sanitarias británicas con test rápidos de antígenos, según informa la compañía en Twitter.

Francia reabrió esta medianoche las fronteras con el Reino Unido al tránsito de ciudadanos, aunque exigirá un test negativo contra el coronavirus, sea PCR o de antígenos sensibles a la nueva cepa detectada en territorio británico. La medida permitirá utilizar la mayor frontera europea del Reino Unido a ciudadanos franceses o residentes en Francia, personas en tránsito, a transportistas y a todo personal relacionado con el tráfico de mercancías.