En Edimburgo, la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, anunció un nuevo confinamiento total para la región durante todo enero desde esta medianoche, en una sesión extraordinaria del Parlamento convocada para la ocasión ante el preocupante incremento de casos.

Escocia rescató las restricciones del confinamiento domiciliario de principios de la pandemia, en marzo y abril, que tendrán validez legal desde la medianoche del día 5 de enero hasta el final del mes.

La nacionalista Sturgeon no descarta una prolongación del confinamiento si la evolución lo requiere. "Sólo se podrá salir de casa por motivos esenciales", declaró en sede parlamentaria, y habrá que "trabajar desde casa siempre que sea posible". El sector de la construcción y de la manufactura podrá seguir abierto, bajo continua revisión por parte del Gabinete.

Sturgeon, además, anunció que la reapertura de colegios y centros educativos, prevista para el 18 de enero, se retrasa hasta el próximo mes de febrero, con revisión a mediados de mes. La responsable escocesa reconoció que no había estado tan preocupada por la situación sanitaria en Escocia desde marzo, cuando estalló la pandemia.

Desde mañana, día 5 de enero, las reuniones en espacios abiertos y ejercicio físico se limitarán a dos personas de dos hogares distintos, reduciendo el grupo anterior de seis personas de dos núcleos familiares diferentes. Los niños se verán exentos de esta prohibición, obligatoria desde los doce años.

Según la ministra principal de Escocia, "la mitad de los casos detectados son de la nueva variante". En las últimas 24 horas en Escocia se notificaron 1.905 nuevos contagios tras realizarse 13.810 test, un 15 % de ellos positivos. Desde el inicio de la pandemia el total de casos en Escocia es 127.453 y 4.578 personas han perdido la vida.