Portugal cerró este domingo una semana de récords diarios de muertes con un nuevo pico máximo de 275 fallecidos, en una jornada en la que el número de hospitalizados superó los 6.000, una cifra sin precedentes que tiene a la sanidad en estado crítico.

Según el último balance de la Dirección General de Salud (DGS) lusa, se notificaron además 10.469 contagios en Portugal, que este domingo celebra elecciones presidenciales en medio del confinamiento para frenar la pandemia.

En total el país, con unos diez millones de habitantes, acumula 636.190 casos -casi 170.000 de ellos activos- y 10.469 fallecidos desde marzo.

La situación en los hospitales es crítica pues el número de pacientes ingresados no deja de crecer desde principios de año y hoy superó los 6.000 pacientes por primera vez.

En total son 6.117 personas ingresadas (195 más que ayer), de las que 742 están en unidades de cuidados intensivos (22 más).

En los últimos días se han hecho constantes las imágenes de filas de ambulancias a la puerta de los centros médicos y se han tenido que abrir hospitales de campaña en varias ciudades del país, incluida Lisboa.

Los expertos lusos consideran que la variante británica es en gran medida responsable del descontrol de la tercera ola en Portugal, con una prevalencia actual del 20 % y que podría crecer hasta el 60 %, lo que ha llevado al Gobierno a recular y cerrar todos los centros escolares.

Este sábado se conoció además que se ha detectado el primer caso de la variante sudafricana de covid en Portugal, en el caso de un extranjero residente en Lisboa.

En medio del "momento más grave" de la pandemia, como lo ha definido el primer ministro, António Costa, los portugueses tienen permiso para salir hoy de casa pese a estar confinados para poder votar en las elecciones presidenciales y elegir a su próximo jefe del Estado.