El número de muertos en los tres motines que se han registrado este martes en Ecuador ha ascendido a 75, informó en rueda de prensa el jefe de prisiones, Edmundo Moncayo, quien los atribuyó a rencillas entre al menos dos bandas de delincuentes que se disputan el control de las prisiones.

Director del Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI), Moncayo detalló que se han registrado 33 presos muertos en la cárcel de la ciudad de Cuenca, otros 34 en la de Guayaquil y 8 en la de Cotopaxi, así como un número indeterminado de heridos, ya que aún continúan las verificaciones en los centros penitenciarios.

En una rueda de prensa en el Palacio presidencial en Quito, indicó que la disputa probablemente obedece al vacío que se generó entre las bandas dentro de las prisiones tras la muerte en diciembre pasado de un reo que fue liberado y que, aparentemente, dirigía una temida organización conocida como "Los choneros".

José Luis Zambrano, alias "Rasquiña", fue asesinado en la ciudad costera de Manta poco tiempo después de ser puesto en libertad, y su deceso habría despertado la ambición de otras bandas criminales dentro de las penitenciarías. "Esperábamos una reacción inmediata pero se ha demorado y es la que se ha producido el día de hoy entre dos grupos tratando de encontrar un liderazgo delictivo", explicó Moncayo.

La reyerta se produjo de forma paralela en los tres centros carcelarios, que concentran, según el funcionario, "el 70%" de la población penitenciaria de todo el país, y a los que debieron ser alertados refuerzos militares para ayudar a controlar la situación. Asimismo, la Policía Nacional indicó que se han registrado varios heridos leves y algunas personas privadas de la libertad fueron trasladadas a hospitales y "están estables".

En su informe preliminar señaló también que los motines se produjeron tras una requisa efectuada la víspera por personal penitenciario, que encontró armas de fuego con las que, presumiblemente, se pretendía atentar contra líderes de una de las bandas en disputa.

Durante la disputa que se habría producido entre bandas, varios guías penitenciarios fueron retenidos por internos en cuatro pabellones, siendo liberados tiempo después "sin ningún tipo de lesión", de acuerdo con el jefe de Policía que estuvo a cargo del operativo, Francisco Silva.

La situación en las tres cárceles de Cuenca, Guayaquil y Cotopaxi, de entre las 60 prisiones que hay en el país, ya fue controlada, y la Fiscalía ecuatoriana ha iniciado las indagaciones del caso.

En la mañana, durante el programa "De frente con el Presidente", el mandatario ecuatoriano, Lenín Moreno, había indicado que había autorizado que "se use la fuerza de manera progresiva para asegurar la seguridad de los ciudadanos que se encuentran en estado de reclusión".

El ministro de Gobierno, Patricio Pazmiño, indicó en Twitter que "ante la acción concertada de organizaciones criminales para generar violencia en centros penitenciarios del país, desde el Puesto de Mando Unificado conjuntamente con mando policial gestionamos acciones, para recuperar el control".

"En un recinto carcelario ya ha sido controlada esta actividad sincronizada de esta pelea de mafias organizadas que ventajosamente se da con poca frecuencia, pero siempre causa agitamiento social y la preocupación del Ejecutivo y la Policía", añadió Moreno.

El SNAI agregó también que la noche del lunes se realizó una requisa en la Cárcel Penitenciaria del Litoral, ubicada a pocos metros de la cárcel regional. Estos hechos se habrían dado en "señal de resistencia y rechazo por parte de los internos, ante estas acciones de control", de acuerdo con la institución.