El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, anunció este miércoles que retira a su formación política, el Fidesz, del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo (PPE). "Le informo de que los eurodiputados del Fidesz renuncian a ser miembros del Grupo del PPE", anuncia Orbán en una carta al presidente del PPE, Manfred Weber.

Esta decisión llegó poco después de que el PPE votara enmendar sus normas internas para permitir acelerar la suspensión de la delegación húngara en su conjunto, en lugar de que ese procedimiento se hiciera de forma individual.

Además, ese voto puede salir adelante por mayoría simple en el caso de las delegaciones que ya estaban suspendidas en el partido a nivel europeo, como ocurre con el Fidesz, y no por la mayoría de dos tercios que se requeriría habitualmente.

"Las enmiendas aprobadas son un claro acto hostil contra el Fidesz y sus votantes", enfatizó Orbán, agregando que esas medidas "privan a los votantes húngaros de sus derechos políticos", algo que considera "inaceptable".

Por eso, añade el primer ministro húngaro, la dirección del Fidesz optó por abandonar el Grupo del PPE "de forma inmediata". Orbán también lamentó que "mientras miles (de personas) mueren por la pandemia", el PPE impulsa "medidas administrativas de suspensión" para "acallar a eurodiputados electos democráticamente".

El lunes pasado Orbán ya había adelantado que el Fidesz abandonaría el PPE si se aprobaban estos cambios internos. El partido de Orbán lleva casi dos años suspendido como miembro del PPE, pero la pandemia mantiene sin fecha la asamblea política en la que se debatiría una posible expulsión definitiva, ya que debe celebrarse un voto en persona.

Las tensiones eclosionaron cuando el Gobierno de Orbán lanzó una campaña antes de las elecciones europeas de 2019 en la que acusaba al entonces presidente de la Comisión Europea (CE), el conservador Jean-Claude Juncker, de participar en un supuesto complot para traer a Europa millones de refugiados.

Algunos grupos del PPE han acusado al Fidesz de alejarse de los valores democráticos europeos en un momento en el que la CE tiene abiertos varios procedimientos contra Budapest.