Grupos de manifestantes, jóvenes en su mayoría, siguen concentrados la noche de este viernes en el microcentro de Asunción y piden la renuncia del presidente, Mario Abdo Benítez, después de que las fuerzas de seguridad dispersaran con gases una concentración de centenares de personas frente al Congreso en protesta por la gestión del Gobierno ante la pandemia, según informa EFE.

Al menos doce efectivos policiales y ocho civiles resultaron heridos en los incidentes de esta tarde noche frente al Congreso, en el centro de Asunción, cuando las fuerzas de seguridad dispersaron una concentración de centenares de personas en protesta por la falta de insumos en los hospitales públicos y la gestión del Gobierno ante la pandemia.

El comandante de la Policía Nacional, Francisco Resquín, confirmó además que un varón murió por herida de arma blanca en las inmediaciones donde se registraron los incidentes, en el centro histórico, con el empleo de gases, balines de goma y camiones de agua. Sin embargo, indicó que hasta el momento no hay datos que confirmen que esa persona falleció a causa de la ola de violencia desatada.

Resquín informó de que hay una docena de policías heridos, uno de ellos con arma blanca, pero sin gravedad, aunque no se refirió al número de manifestantes internados a consecuencia de la respuesta policial. En ese sentido, en el Hospital del Trauma confirmaron el ingreso de ocho civiles heridos, algunos por balines de goma.

El responsable policial insistió en que la actuación de la Policía obedeció a que los "manifestantes iniciaron la violencia". "La Policía lo único que hizo es resguardarse", acotó. A su lado, el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, reiteró que los autores de los incidentes se habían sumado a una convocatoria legítima que iba a ser una "fiesta cívica". Asimismo, Giuzzio valoró la decisión de los cargos policiales que un par de horas después de los incidentes autorizaron a un grupo de manifestantes a situarse frente al Congreso, donde pasada la media noche permanecen alrededor de un centenar de personas.

Portavoces de ese grupo declararon a los medios que seguirán en el lugar y exigen la dimisión del presidente del país, Mario Abdo Benítez, para desactivar la protesta.

Día de protestas

La violencia estalló unas tres horas después del comienzo de la concentración de centenares de ciudadanos que habían respondido a una autoconvocatoria pacífica a través de las redes para mostrar su hartazgo ante la política sanitaria del Gobierno en el contexto de la pandemia.

El núcleo de los incidentes, una zona que comprende la Comandancia de la Policía Nacional, el edificio legislativo y el Palacio de Gobierno, presenta desperfectos y en algunos puntos se propagaron algunas hogueras.

De acuerdo con varios medios locales, el grupo de manifestantes, en torno al centenar, tenía la intención de hacer una vigilia frente al Congreso para pedir la dimisión de Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado.

El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, dijo a varios medios que los incidentes fueron provocados por personas que se habían introducido en la convocatoria para generar incidentes. Según otros medios las fuerzas del orden han trasladado efectivos para proteger edificios institucionales, así como la residencia presidencial y la sede del Gobierno.

Los incidentes comenzaron unas dos horas después del comienzo de la protesta de varios centenares de ciudadanos que habían respondido a una auto convocatoria ciudadana pacífica a través de las redes para mostrar su hartazgo ante la política del Gobierno frente a la pandemia.

Según portavoces policiales, los agentes reaccionaron con gases a la agresión por parte de algunos manifestantes que intentaron rebasar el cordón policial, protegido por un importante cordón de seguridad. Después la multitud se dispersó por varias calles del microcentro entre gritos contra el Gobierno que preside Abdo Benítez.

La convocatoria se realizó después de que esta semana el gremio de enfermeros y familiares de pacientes realizaron protestas par denunciar la falta de insumos y de materiales médicos en los hospitales públicos, en especial entre los afectados por el coronavirus.

Tras esas protestas esta mañana se produjo la renuncia del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, luego de reunirse con Abdo Benítez.

Otra de las decepciones ciudadanas se refiere a la demora de la llegada de las vacunas, que de momento se limitan a las 4.000 dosis de la Sputnik V rusa que ya han sido aplicadas, aunque solo a trabajadores sanitarios. Paraguay, de siete millones de habitantes, suma unos 3.200 fallecidos y más de 160.00 casos de coronavirus.