Es el único lugar de la Península Ibérica en el que es ya posible pasear y hacer vida normal sin la obligación de llevar puesta la mascarilla. Parece una utopía y, aunque todavía es imprescindible su uso en el transporte público, la medida supone una auténtica relajación en las restricciones para intentar frenar la epidemia del coronavirus. De hecho, la situación es tal en este lugar que los bares y restaurantes no sólo abren sin problemas, sino que ya pueden permanecer abiertos en un horario muy parecido al anterior a la pandemia: hasta las dos de la madrugada.

Sin mascarilla en la calle

Este lugar tan peculiar no es otro que Gibraltar y el motivo de estas ventajas no es otro que el elevado porcentaje de su población que ya está vacunado (en torno al 70 %), algo que permite empezar a eliminar algunas de las medidas que ya se han convertido en habituales en el resto del mundo, como la obligatoriedad de utilizar la mascarilla o la necesidad de reducir los espacios y comensales en bares y restaurantes para evitar la propagación del virus.

Es de prever que cuando España cuente con un porcentaje similar de personas vacunadas, también se empezarán a levantar este tipo de medidas, algo que aún parece un imposible a buena parte de la población. La pregunta es saber cuándo avanzará tanto la vacunación como para retirar algunas de las restricciones y empezar a recuperar, por fin, la tan ansiada normalidad.

Mascarilla: Gilbraltar permite ir por la calle sin mascarilla, que sólo es ya obligatoria en el transporte público.