La India arrancó este sábado una masiva fase de vacunación para los mayores de 18 años que busca doblegar el impacto de una pandemia que ahoga a un país que, por primera vez, ha superado la barrera de los 400.000 contagios diarios y donde la cifra de muertos se mantiene por encima de los 3.000 al día.

Diez días después de alcanzar los 300.000 casos, el país notificó este sábado un total de 401.993 nuevas infecciones en tan solo una jornada, un nuevo máximo histórico, que eleva los valores absolutos hasta los 19,1 millones, según el parte del Ministerio de Salud indio. La muertes se mantienen por encima de las 3.000 por cuarto día consecutivo al reportar un total de 3.523 en las últimas 24 horas, 211.853 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

La nación asiática se ha acostumbrado a romper récords de cifras en medio de una agresiva segunda ola en la que se sigue sin atisbar su pico. La rapidez con la que se ha expandido el virus en cuestión de semanas ha provocado una severa crisis de suministros en un país que a principios del mes de febrero, cuando notificaba menos de 10.000 casos diarios, sentía que lo peor de la pandemia había pasado ya.

El país lleva diez días acelerando la producción de oxígeno para distribuir entre las regiones que presentan un alto porcentaje de pacientes severos de covid, como es el caso de Nueva Delhi.

La capital reportó en esta última jornada más de 27.000 nuevos contagios y un total de 375 muertes, unos datos que obligan a formar largas colas en las inmediaciones de los hospitales para lograr atención médica que opera al 99% de su capacidad. Estos datos motivó a Nueva Delhi decretar una tercera semana más de confinamiento total de sus 20 millones de habitantes, anunció hoy el jefe de Gobierno capitalino, Arvind Kejriwal.

En medio de esta cruenta realidad, la ayuda internacional auxilia a una India ahogada que ve en su ambicioso programa de vacunación la única esperanza para acabar con la frenética subida de casos.

Un nuevo ciclo de vacunación

Por este motivo, la India inició este sábado una nueva fase en la que amplió el abanico de vacunación a toda la población mayor de 18 años, en un intento por agilizar un ritmo de inoculaciones que ha ido ralentizándose por la falta de suministros.

Desde que el Gobierno indio inauguró en enero "la mayor campaña de vacunación del mundo", se han administrado cerca de 155 millones de dosis, 2,7 millones en las últimas 24 horas, unas cifras que están lejos de alcanzar los 300 millones que se fijaron como meta para el mes de julio.

En un principio, la vacunación estaba abierta al personal sanitario y de la primera línea en la lucha contra la pandemia, y luego se expandió a mayores de 60 años y, más tarde, a los de 45.

El país administraba de manera gratuita dos sueros de producción india: Covishield, la fórmula de AstraZeneca que fabrica el Instituto Serum de la India (SII); y Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech. Ambas empresas acordaron para esta ronda de vacunación que destinarían el 50% de su producción a las autoridades indias, dejando la otra mitad para distribuir entre los centros médicos privados.

La venta de dosis en los centros públicos se estipuló a un precio de 300 rupias (unos 3.30 euros) por Covishield y 400 (4,5 euros) por Covaxin; mientras que el importe para los hospitales privados asciende a las 800 rupias (9 euros) la fórmula de AstraZeneca y 1.250 (unos 14 euros) la indígena de Bharat Biotech.

A esto se suma la llegada este sábado de una primera remesa con 150.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, "a la que le seguirán millones", anunció en Twitter el portavoz oficial del Ministerio de Exteriores indio, Arindam Bagchi. "Esta tercera opción aumentará nuestra capacidad de vacunación y acelerará nuestra campaña", aseguró el portavoz.

El país espera que con estas nuevas medidas se logre agilizar el ritmo de inoculaciones y, al mismo tiempo, empezar a ver el final de la curva.

Escasez de vacunas

Sin embargo, a lo largo de esta semana, varias regiones indias anunciaron la imposibilidad de poner en marcha esta nueva fase ante la escasez de dosis.

En el estado occidental de Maharashtra, el más castigado por la pandemia con casi 63.000 casos y 828 fallecidos, su capital, Bombay, decretó este viernes la suspensión temporal de la campaña al no disponer de dosis suficientes. Por su parte, Nueva Delhi también detectó falta de dosis en algunos hospitales públicos que dificultaban el arranque del programa.

Ante esta situación, el Ministerio de Salud indio indicó en un escrito que los estados recibirán 1,7 millones de vacunas más en los próximos tres días.

Según el comunicado, el Gobierno indio proporcionó hasta ahora más de 163 millones de dosis a los estados a coste cero, y aseguró que todavía están disponibles casi 8 millones de ellas, algo insuficiente teniendo en cuenta que solo los beneficiarios de esta nueva fase alcanza los 500 millones de personas.