El presidente de Italia, Sergio Mattarella, ha sugerido que no se presentará a la reelección una vez expire su mandato en febrero de 2022, lo que amenaza con provocar un nuevo terremoto político si los partidos políticos, que a duras penas han armado un Gobierno de emergencia, no logran consensuar un nuevo nombre para dirigir la República.

Matarella, de 79 años, ha reconocido que encara ya la recta final de su mandato de siete años en el 'Quirinale', aludiendo a la exigencia que supone ocupar el cargo. "Soy viejo, en unos meses podré descansar", ha declarado durante un encuentro con estudiantes, según la agencia AdnKronos.

No es la primera vez que Mattarella insinúa que no aspirará a seguir en la jefatura de Estado, pero hasta ahora nunca había sido tan claro. De sus palabras no se deduce siquiera una disposición de aceptar una prórroga, como le ocurrió a su predecesor, Giorgio Napolitano, que finalmente estuvo nueve años en el cargo.

La elección del presidente italiano recae en el Parlamento, por lo que se requiere de un mínimo consenso político -una mayoría absoluta en una hipotética votación final-. Por este motivo, la salida de Mattarella podría reabrir la lucha por el poder en un momento en el que Italia aún tiene reciente su última crisis política.

Te puede interesar:

El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mari Draghi tomó posesión como primer ministro a mediados de febrero, al frente de un Gobierno de amplio espectro que incluye a político y tecnócratas y con el que el país evitó la amenaza de elecciones anticipadas tras la caída del Ejecutivo encabezado por Giuseppe Conte. El líder de la Liga, Matteo Salvini, uno de los apoyos del gabinete de Draghi, ha respaldado al actual primer ministro como futuro presidente de Italia, un hipotético cambio de cargos que previsiblemente derivaría en elecciones. La formación ultraderechista figura a día de hoy como favorita en todos los sondeos.

Mattarella, como le ocurrió a sus predecesores, también ha ejercido un papel de mediador en el constante pulso político entre partidos en Italia. En el presidente recae, por ejemplo, la potestad de encargar a una determinada persona la formación de gobierno.