Bélgica da un paso más este miércoles en su desescalada y roza casi la normalidad: el uso de las mascarillas en la calle deja de ser obligatorio en Bruselas, bares y restaurantes amplían horarios y abren sus zonas de interior, se puede ir a la oficina una vez por semana y los vacunados pueden viajar con menos cortapisas.

El plan de vacunación avanza a buen ritmo y las cifras de hospitalizados mejoran, lo que permite atisbar la (casi) normalidad desde este miércoles en Bélgica, donde entró en vigor la primera fase del Plan de Verano.

Así, a partir de este miércoles, los cafés y restaurantes belgas pueden servir a sus clientes también en el interior de sus locales, tras abrir sus terrazas el pasado 8 de mayo, y pueden hacerlo desde las 5.00 hasta las 23.30 horas.

Una novedad que, pese al buen tiempo de este miércoles, lleva a Bart, un músico y cliente de la famosa cafetería Belga a desayunar dentro, en vez de en la terraza del local.

"Porque lo echaba de menos. Es un bar encantador y venía a menudo antes de trabajar. Ha pasado mucho tiempo y he decidido meterme dentro para volver a sentirme como en los viejos tiempos", dice a Efe Bart, quien se siente seguro al estar las puertas abiertas y haber mucha separación entre clientes.

Abren sus puertas también los gimnasios, aunque con aforo reducido y con los vestuarios y duchas cerrados.

"Disfrutamos el momento y esperamos que el covid sea algo del pasado (...) cuando un gimnasio cierra es difícil saber si los clientes volverán", señala a Efe Federic Dése, gerente del gimnasio B2M Sport, que pudo mantener a su plantilla de 13 trabajadores gracias a que también es un centro médico y ofrece servicio de fisioterapia y rehabilitación.

Luz verde a la reapertura tienen igualmente cines, boleras, pabellones deportivos, mercadillos y saunas, bajo la condición de que cumplan determinados criterios de ventilación.

Los espectáculos, exposiciones o competiciones deportivas podrán recibir hasta 200 personas en el interior, con el público sentado, y hasta 400 en el exterior, con mascarillas y la distancia de seguridad de 1,5 metros.

A la oficina una vez por semana

Volver a la oficina de manera presencial será posible un día a la semana para todos los trabajadores, aunque el teletrabajo seguirá siendo obligatorio hasta julio, cuando pasará a ser recomendado.

El aforo máximo permitido en el trabajo es del 20% de los empleados, cifra que se eleva al 50% en el caso de las pymes, que podrán acoger a un máximo de diez personas.

Las personas que tengan el certificado digital de covid podrán viajar entre los Estados miembros sin, a priori, cortapisas: quienes regresen a Bélgica de zonas rojas no deberán guardar cuarentena ni presentar una prueba PCR negativa siempre y cuando estén completamente vacunados dos semanas antes del vuelo.

Una cuarentena de diez días seguirá siendo obligatoria para los pasajeros procedentes de países con alto riesgo de las nuevas variantes de la covid-19.

A los niños y jóvenes de 6 a 17 años y a los adultos que aún no hayan tenido la oportunidad de vacunarse completamente se les reembolsará el coste de la PCR, con un límite máximo de 55 euros.

Bruselas se quita la mascarilla

El uso de la mascarilla en la calle deja de ser obligatorio este miércoles en Bruselas, salvo en zonas muy concurridas como mercados o centros comerciales, y será cada comuna la responsable de fijar cuáles son esas zonas altamente frecuentadas.

El levantamiento de las restricciones estaba condicionado a la evolución de la crisis sanitaria, fijado en el umbral de las 500 camas ocupadas en cuidados intensivos en los hospitales por covid.

Más del 53% de la población adulta del país -4,8 millones de ciudadanos- ya ha recibido, al menos, la primera dosis de la vacuna y ocho de cada diez personas de riesgo ya percibieron su primera dosis hace dos semanas.