La Fiscalía General de Rusia inició este martes una investigación en varias cárceles de la región rusa de Sarátov, en el sur de la parte europea, tras la filtración de vídeos y fotos de que darían cuenta de torturas a presos.

"Por orden de la Fiscalía General de Rusia se organizó y se lleva a cabo una comprobación del cumplimiento de las leyes penitenciarias en las cárceles de la región de Sarátov", declaró a la prensa el portavoz de la entidad, Andréi Ivanov, citado por la agencia Interfax.

Según el representante de la Fiscalía, tras la investigación "se dará una valoración sobre el respeto a la seguridad personal de los presos, y el cumplimiento de las obligaciones de garantizar los derechos de los reos por parte de los funcionarios del sistema penal".

Las filtraciones fueron publicadas por el portal Gulagu-net, actualmente inaccesible, que dijo disponer de más de 40 gigabites de vídeos, documentos y fotos que prueban los abusos.

El portal Mediazona, crítico con el Kremlin y declarado por las autoridades rusas "agente extranjero", aseguró tener en su poder tres vídeos cedidos por el sitio web Gulagu-net que mostrarían escenas de torturas de presos, grabados en una institución penal de Sarátov entre febrero y junio de 2020.

Mediazona se abstuvo "por razones éticas" de publicar los vídeos y se limitó a describir lo que muestran.

Por su parte, el portal Meduza.io informó de que los representantes de Gulagu-net se llevaron del país las grabaciones que probarían estos actos de torturas.

El fundador del Gulagu-net, Vladímir Osechkin, calificó esta filtración como "el mayor y más escandaloso fracaso de los servicios de inteligencia rusos", y explicó que estas grabaciones fueron hechas por un programador que durante cinco años tuvo acceso a los ordenadores del penal de Sarátov en el que cumplía condena.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que la Presidencia rusa está al tanto de la existencia de estos vídeos y afirmó que el FSIN (Servicio Federal Penitenciario de Rusia) estudia su veracidad.

"Si se demostrara que estos materiales son verídicos, eso sería motivo de una investigación profunda", señaló.

El sistema carcelario ruso es objeto permanente de críticas por las malas condiciones en que se encuentran los reclusos y las periódicas violaciones de sus derechos.

Según la defensora del Pueblo, Tatiana Moskalkova, su oficina recibe anualmente miles de quejas de presos por abusos, hacinamiento y tratamiento médico inadecuado.

El caso más sonado ha sido el de las torturas en la prisión de Yaroslavl, a unos 300 kilómetros de Moscú, donde un vídeo mostraba a funcionarios de prisiones golpeando salvajemente a varios reos.

El número de presos en Rusia se ha reducido en los últimos años hasta el medio millón, aunque las organizaciones de derechos humanos rusas e internacionales denuncian que el sistema penitenciario ruso aún conserva vestigios del GULAG soviético.