El equipo jurídico de Julian Assange pide que se mantenga la sentencia que bloqueó la demanda de extradición del fundador de WikiLeaks en enero y se desestime la apelación de los letrados que representan a Estados Unidos.

En el segundo y último día de la audiencia en el Tribunal Superior de Londres, Edward Fitzgerald, abogado de Assange, insistió en que persiste el riesgo de suicido de su defendido si es encarcelado en una prisión estadunidense y las garantías dadas ahora de que no permanecerá aislado ni sometido a medidas excepcionales nada cambian.

Fitzgerald recordó que la decisión tomada por la magistrada Vanessa Baraitser alegando el riesgo de deterioro mental y de suicido de Assange si es encarcelado en una prisión estadounidense de alta seguridad “surge de la naturaleza de los desórdenes mentales de Assange y sus temores a la extradición debido a la excepcional naturaleza de su caso”. Y “nada indica que esos factores se hayan modificado en lo más mínimo" con las garantías que ahora ofrece Estados Unidos.

Garantías poco fiables

El miércoles, James Lewis, que representa a las autoridades de Washington, mostró un documento legal según el cual Estados Unidos se compromete a no imponer a Assange confinamiento en solitario antes y después del juicio en América. El condenado podrá solicitar el cumplir la pena que se le imponga en su país de origen y tanto Australia, como Estados Unidos, aceptarán la petición. Las autoridades carcelarias se asegurarán de que recibirá “el tratamiento clínico y psicológico” que recomienden los médicos de la prisión. Por último, se garantiza que no será enviado a ADX Florence en Colorado, una cárcel de super máxima seguridad, conocida como el “Alcatraz de las Rocosas”, dónde se hallan los condenados más peligrosos. Fizgerald puso en duda la "fiabilidad" de esas garantías, que son, afirmó, "vagas y "llegan tarde".

 Assange decidió no seguir la audiencia el jueves. El día anterior lo había hecho por videoconferencia. El caso ha quedado listo para sentencia. Si fracasa la apelación, Estados Unidos sólo podrá recurrir ante el Tribunal Supremo. Si por el contrario los jueces le dan la razón la petición será reenviada otro tribunal para un nuevo examen.

Interminable persecución

Hace casi once años que Assange vive perseguido por la justicia. En el 2010 llegó a Inglaterra huyendo de Suecia donde había sido acusado de dos delitos de agresiones sexuales. Siempre negó la inculpación alegando que la demanda estaba políticamente motivada y formaba parte de un plan para que Suecia terminara entregándole a Estados Unidos. A fin de evitar esa extradición el australiano se refugió en la embajada de Ecuador en Londres en junio del 2012, donde permanecería casi siete años. En abril del 2019, cuando fue expulsado de la sede diplomática, fue inmediatamente detenido y desde entonces permanece en la prisión de alta seguridad de Belmarsh en Londres.

Su pareja y madre de sus dos hijos pequeños, la abogada Stella Moris, que le visitó el pasado sábado, dijo haberle encontrado “en muy mal estado”. “Julian no sobreviviría una extradición”, apuntó.