Cubierta con estiércol. Así ha amanecido en estos días la puerta de ingreso del Ayuntamiento de Anguillara Veneta, una comuna en la región de Véneto, en el norte de Italia. La razón: la decisión de la alcaldesa del pueblo de concederle la ciudadanía de honor Jair Bolsonaro, el presidente brasileño que allí donde va arrastra alguna polémica. Bolsonaro, de origen italiano, se encuentra en Italia para participar en las reuniones de los líderes del G-20. Sin embargo, no ha sido esto lo que ha acaparado la atención informativa. Lo han sido las protestas desencadenadas en el país transalpino por la anunciada condecoración. '"Fora Bolsonaro" es una de las pintadas aparecidas en el pueblo contra el líder brasileño, muy criticado internacionalmente por sus políticas medioambientales y sus continuos llamamientos a relativizar la crisis de la Covid. En respuesta a las polémicas, la alcaldesa Alessandra Buoso, vinculada al partido ultraderechista italiano de la Liga, ha justificado su decisión al argumentar que el reconocimiento se concede porque el bisabuelo de Bolsonaro emigró de esta comuna a Brasil en 1888. Además, Bolsonaro "ha sido elegido democráticamente y representa a Brasil y a los brasileños en el G-20", ha añadido Buoso.

"Homófobo y negacionista"

De poco ha servido. Bolsonaro es un "homófono y un negacionista", le han respondido los detractores. "Es inadmisible que se otorgue la ciudadanía a una persona que es absolutamente contraria a nuestra Constitución”, ha dicho Antonio Spada, concejal del pueblo.Más tajante aún ha sido la asociación antimafia Libera. "Recibimos con desconcierto esa noticia y recordamos que la acción política del presidente Bolsonaro se caracteriza por una multiplicidad de actos considerados contrarios a los derechos humanos y ambientales, implementando una política genocida contra la población, con desprecio y ofensas contra las mujeres y homosexuales, acciones de deforestación y violaciones contra poblaciones indígenas residentes en las zonas amazónicas", protestó la organización en las redes sociales.Por su parte, Bolsonaro, que acaba de ser acusado en Brasil de crímenes contra la humanidad por su gestión de la pandemia, y también mantiene un conflicto abierto con la iIglesia católica, no ha respondido a las críticas. Es más, según su agenda oficial, tiene previsto desplazarse a Anguillara Veneta este lunes para recibir su condecoración porque no irá a la 26 conferencia de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) de Glasgow.