Las negociaciones entre Londres y Bruselas vuelven a terreno peligroso. La tercera reunión al más alto nivel político, desde que la Comisión Europea presentara hace tres semanas su batería de propuestas para desbloquear la aplicación del Protocolo de Irlanda del Norte, se ha saldado este viernes sin acuerdo, sin avances y con nuevo mensajes de advertencia del Ejecutivo comunitario. "Hasta hoy no hemos visto ningún movimiento de la parte británica. El encuentro ha sido decepcionante y urjo al Gobierno del Reino Unido a comprometerse honestamente", ha reclamado el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Maros Sefcovic, tras su encuentro de tres horas con su homólogo británico, David Frost. El negociador europeo ha ido más lejos y ha avisado a Londres de que una suspensión unilateral del protocolo, como amenaza el primer ministro británico, Boris Johnson, tendría "graves consecuencias".

Sefcovic ha reiterado que su oferta de hace tres semanas para desbloquear la situación contiene "cambios significativos" que llevarán a un nuevo modelo de relación, con menos burocracia y menos controles fitosanitarios -hasta un 80% menos- a los productos que entran en Irlanda del Norte desde Gran Bretaña. "Fue un gran paso por nuestra parte", ha recordado el responsable comunitario frente al inmovilismo británico y los rumores que desde hace semanas apuntan hacia una posible activación por parte de Londres del artículo 16 del Protocolo, que permite a una de las dos partes dejar en suspenso el acuerdo sin pactarlo previamente con la otra.

Se trata de una pieza fundamental del acuerdo del Brexit, destinado a evitar el regreso de una frontera dura a la isla de Irlanda, que mantiene al territorio norirlandés en el mercado interior europeo y que obliga a las autoridades británicas a realizar controles aduaneros en los puertos. El pacto, del que ahora reniega Londres, fue negociado y firmado por Johnson hace dos años. "Oímos hablar mucho del artículo 16 en estos momentos pero debe quedar claro que activarlo para buscar la renegociación del protocolo tendrá consecuencias graves", ha avisado el responsable comunitario. 

En primer lugar, para Irlanda del norte, "porque llevará a inestabilidad e imprevisibilidad" para ciudadanos y empresas, y también "para la relación en general entre la UE y el Reino Unido porque significará rechazar los esfuerzos para encontrar una solución consensuada para implementar el protocolo", ha avisado el negociador de la UE en una declaración ante las cámaras sin preguntas de la prensa y sin detallar el tipo de repercusiones posibles. 

Próximo intento: 12 de noviembre

Pese al aviso, Bruselas mantiene abierta la puerta de la negociación y Sefcovic ha mostrado su disposición a viajar a Londres el 12 de noviembre para seguir negociando con Frost. "La próxima semana será una semana importante. Debemos concentrar los esfuerzos en llegar a una solución lo antes posible", ha dicho. La lectura del Gobierno británico sobre los resultados de la reunión es muy similar. Según un portavoz británico, los progresos han sido "limitados" porque las propuestas europeas no abordan de forma eficaz las dificultades básicas en el modo de funcionamiento del protocolo. Aún así, entienden que la brecha se puede superar a través de más negociaciones, que continuarán a nivel técnico. 

Durante la reunión, Sefcovic también ha garantizado a Londres el compromiso de Bruselas a facilitar el acceso a medicamentos en Irlanda del Norte, otro de los elementos de la oferta de Bruselas, y ha planteado el problema de las licencias de pesca a los barcos franceses que enfrenta desde hace meses al Reino Unido y Francia. "El acuerdo de comercio y cooperación (entre la UE y el Reino Unido) es claro. Los barcos que pescaban en aguas territoriales del Reino Unido y en dependencias de la Corona británica deberían poder seguir haciéndolo. Todos los barcos que tienen derecho a una licencia deben recibirla", ha avisado ante la guerra pesquera abierta que mantienen Londres y París.

"Frost ha reiterado que el Reino Unido ha otorgado licencias al 98% de los buques de la UE que buscan pescar en aguas británicas lo que representa casi 1.700 buques, en línea con sus obligaciones en virtud del Acuerdo de comercio y cooperación", ha respondido el Ejecutivo británico que ha incidido también en que los buques deben proporcionar pruebas de su actividad pesquera a nivel histórico "para recibir una licencia".