La polémica rodea la Cumbre por la Democracia convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. En esta cumbre, a la que están convocados virtualmente más de un centenar de países durante el jueves y el viernes, son tan protagonistas los que participan como los que el líder demócrata ha dejado fuera. Quién puede y quién no hablar de cómo combatir el autoritarismo, la corrupción y potenciar los derechos humanos, los tres pilares de la convocatoria. La arbitrariedad del presidente ha levantado ampollas y los expertos alertan de la peligrosidad de agrupar a "los buenos" a un lado y, al otro, "los malos".

Amén de China Rusia, archienemigos de la potencia norteamericana, ocho países latinoamericanos -Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití- no han sido convocados para debatir sobre democracia. Sin embargo, Biden no ha tenido problema ninguno en invitar a Brasil, Filipinas e Irak, entre otros, pese a la fragilidad flagrante de su Estado de Derecho. Fuera de la fiesta de la democracia también han quedado Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí, Honduras y Bangladés. Sin embargo, Pakistán, con la salud del Estado de derecho muy deteriorada, sí se codeará con las democracias más consolidadas del mundo. Activistas, periodistas, líderes del sector privado y otros miembros de la sociedad civil participarán en la reunión global.

El presidente del Diálogo Interamericano, Michael Shifter, ha argumentado a la agencia Afp que "es muy probable que la ausencia de la cumbre de los países iberoamericanos sea contraproducente tanto para los intereses de EEUU como para la democracia en la región". El investigador de Chatman House, Christopher Sabatini, por su parte, afirma que "si no se maneja con cautela, puede crear dos bloques; el club de los buenos, que gozarían de los beneficios diplomáticos y el reconocimiento de la Casa Blanca, y luego estarían los otros".

"Una muestra de debilidad"

Cuba ha sido uno de los países que arremetió contra la cumbre de la que ha sido excluida a través de Twitter. "La convocatoria selectiva a una cumbre que dice ser sobre democracia es muestra de debilidad de Estados Unidos, incapaz de encarar en la ONU el desprestigio y el aislamiento de su política exterior", denunció el canciller Bruno Rodríguez.

Estados Unidos ha optado por invitar a todos los miembros de la Unión Europea, excepto Hungría. Entre los participantes están aliados del país norteamericano como Reino Unido, Alemania, Francia o España, además de otras naciones como Polonia, cuyo Gobierno ha protagonizado encontronazos con el bloque europeo por la vulneración de derechos. Para apuntalar la confianza, Biden ha invitado a Taiwán, su aliado en la zona, provocando el enfado de China. En Asia, han sido invitados a la cita otros aliados de Estados Unidos como Japón o Corea del Sur, pero también Filipinas o India, países donde los avances democráticos brillan por su ausencia.