Miles de personas han vuelto a salir este lunes a las calles de varias ciudades de Alemania para protestar contra las restricciones ante la pandemia y ante una posible introducción de la vacuna general obligatoria contra el coronavirus. Algunas de las manifestaciones han sido registradas previamente para poder celebrarse legalmente; otras, sin embargo, han tenido lugar de manera espontánea, según ha informado, por ejemplo, la policía de Berlín. En la ciudad de Magdeburgo, en el estado federado de Sajonia-Anhalt, la policía ha prohibido a los manifestantes acceder a algunas partes del casco antiguo.

En Sajonia, el partido ultraderechista ha convocado protestas en más de 150 localidades del estado federado, una de las regiones donde el movimiento antirrestricciones es más fuerte. Según informan agencias alemanas, en las concentraciones han participado trabajadores de la salud que se oponen a la vacunación obligatoria ya en vigor para profesiones del sistema sanitario y del cuidado de la gente mayor, así como militantes de las más diversas teorías de la conspiración.

También ha habido contramanifestaciones de ciudadanos que querían mostrar su rechazo a unas marchas que consideran insolidarias e irresponsables ante el avance de los contagios por coronavirus que se registra en el país desde hace meses. La incidencia acumulada en una semana ha superado este lunes los 528 contagios por cada 100.000 habitantes en Alemania, un nuevo récord, según los datos del Instituto Robert-Koch.

Comunicación por Telegram

En algunos canales del servicio de mensajería Telegram se han usado eslóganes como “Berlín se levanta” o “Paseos de los lunes” para convocar a los manifestantes en todos los distritos de la capital alemana. Telegram ha estado precisamente en el foco de las autoridades alemanas por ser uno de los principales canales de comunicación de diferentes grupos participantes en los movimientos antirrestricciones. Las autoridades argumentan que Telegram sirve para coordinar a grupos de ciudadanos que pretenden manifestarse sin respetar las medidas de distancia ni usar mascarillas, tal y como establecen la actual legislación para evitar que las aglomeraciones de personas generen más focos de contagio.

El movimiento anticorona alemán lleva semanas celebrando estas marchas los lunes como un intento de imitar las manifestaciones que comenzaron también los lunes de 1989 en varias ciudades de la República Democrática Alemana (RDA) y que supusieron el principio del fin del régimen socialista oriental. Movimientos como el de los Querdenker o negacionistas de la pandemia intentan establecer así un paralelismo histórico entre la caída del régimen autoritario y las actuales restricciones de las libertades individuales introducidas por las autoridades de la República Federal de Alemania.

Los servicios secretos alemanes llevan meses alertando de los intentos de fuerzas ultraderechistas y neonazis de instrumentalizar unas marchas que se mantienen debido en parte al creciente cansancio de la sociedad alemana tras más de dos años de pandemia y unas restricciones que no cesan. A mediados del pasado diciembre, la policía incluso desarticuló un grupo negacionista que pretendía atentar el primer ministro de Sajonia.