Los últimos sondeos colocan en un empate técnico a la izquierda y a la derecha a menos de una semana de las elecciones legislativas que Portugal celebrará el próximo domingo, día 30.

El líder conservador, Rui Rio, (PSD) alcanzaría el 34,4% en intención de voto, superando por primera vez al candidato socialista y actual primer ministro, António Costa, que baja hasta el 33,8%, según una encuesta de Aximage divulgada este martes. Las formaciones de derecha sumarían el 46,8%, medio punto más que el total de los partidos de izquierda, de acuerdo con la encuesta elaborada para varios medios lusos.

En el anterior sondeo de Aximage, desarrollado en la primera semana de enero, Costa alcanzó el 38,1%, lo que supone una caída de cuatro puntos, frente a una subida de casi seis puntos de Rui Rio. El partido ultraderechista Chega sería la tercera fuerza más votada con el 8%, un punto menos que la pasada encuesta. Los democristianos del CDS siguen en caída y obtendrían el 1,6%, mientras que Iniciativa Liberal (IL) baja casi un punto hasta el 2,8%.

Las dos principales formaciones de izquierda también bajan en el último sondeo. El Bloque Izquierda (BE) se deja ocho décimas hasta el 6,6% y la coalición CDU del Partido Comunista y Los Verdes cae tres décimas hasta el 4,5%. La formación Personas, Animales y Naturaleza (PAN), que en 2019 logró 4 diputados, sube en este último sondeo hasta el 3,2%, por lo que podría tener la llave de la gobernabilidad en Portugal.

La cadena de televisión CNN Portugal también ha publicado sondeos en los últimos días que ofrecen empates técnicos entre PS y PSD, según encuestas desarrolladas por la empresa Pitagórica. En el último sondeo, divulgado el lunes, el PS alcanzaría el 35,3% frente al 31,4% del PSD.

Tras la subida del PSD en los últimos días, António Costa ha reabierto la opción de gobernar con un pacto de izquierdas con BE y CDU, al igual que ocurrió en 2015 con la denominada 'geringonça'. En 2019, Costa ganó las elecciones en minoría y optó por gobernar en solitario en una legislatura que se rompió el pasado 27 de octubre, tras el rechazo al Presupuesto en el Parlamento.