Las fiestas de Boris Johnson se han cobrado las primeras cabezas. En la noche del jueves se produjeron cuatro dimisiones en cascada del equipo de Downing Street, que en algunos casos fueron ceses encubiertos. La primera en anunciar su marcha fue Munira Mirza, responsable del departamento político y una de las fieles asesoras de Johnson desde hace más de una década. Mirza criticó al primer ministro por haber hecho una acusación "engañosa" contra el líder de la oposición, Keir Starmer. Le atribuyó el permitir que un antiguo showman de la BBC, Jimmy Savile, ya fallecido, escapara de la justicia por sus delitos como pederasta, cuando Starmer era jefe de la fiscalía británica. Una falsa acusación difundida por la extrema derecha.

Sensación de caos

Poco después llegó la dimisión de Jack Doyle, Director de Comunicaciones de Downing Street, implicado en alguno de los festejos. Más tarde cayeron Martin Reynolds, Secretario Privado del primer ministro y convocante de un ‘party’ con 100 personas durante la pandemia, pidiendo que trajeran bebida, una caída inevitable. También saltó Dan Rosenfield, Director del Personal en el equipo de Johnson. La impresión es que Doyle, Reynolds y Rosenfield fueron ‘empujados’ a presentar la renuncia en una purga del ‘premier’ para tratar de salvar su puesto.

El pasado lunes el primer ministro había prometido al grupo parlamentario conservador que haría una limpia en el equipo de Downing Street. La tarea posiblemente no ha acabado y habrá ceses o dimisiones próximamente en medio de una sensación de caos.