La Casa Blanca ha respondido a la acción de Vladimir Putin anunciando inmediatamente que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmará “pronto” una orden ejecutiva que prohibirá nuevas inversiones, comercio y financiación por ciudadanos estadounidenses en las dos zonas separatistas prorrusas y dará autoridad para “imponer más sanciones a quienes operen en esas áreas de Ucrania”. 

“Anticipábamos un movimiento como este de Rusia y estamos listos para responder inmediatamente”, ha dicho en un comunicado Jen Psaki, la portavoz de Biden, que este lunes por segundo día consecutivo ha mantenido una reunión con su consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca. Psaki ha asegurado también que se anunciarán “pronto medidas adicionales relacionadas con la flagrante violación de Rusia de sus compromisos internacionales”.

Psaki ha aclarado, además, que las medidas que anunciaba son “independientes” y “adicionales” otras sanciones económicas que Washington ha estado preparando “en coordinación con socios y aliados” ante una posible invasión.

Los acontecimientos de este lunes oscurecen las perspectivas, ya grises, que planeaban sobre una salida diplomática a la crisis. Si el domingo, tras las gestiones de Emmanuel Macron, la Casa Blanca anunciaba que Biden había aceptado “en principio” mantener una reunión bilateral con Putin siempre que no hubiera una invasión, este lunes, ya antes del discurso y la firma del decreto del líder ruso, las perspectivas de esa posibilidad se minimizaban desde el Kremlin

Un portavoz de Putin, Dmitri Peskov, declaró a los medios que no había “planes concretos” para la cumbre. Tampoco está claro qué sucederá con el encuentro que estaba organizado para el jueves en Ginebra para los jefes diplomáticos de Washington y Moscú, el secretario de Estado Anthony Blinken y el ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov.

La reacción de Downing Street también ha sido inmediata. Boris Johnson ha asegurado que la decisión de Putin de reconocer Donetsk y Lugansk es “una violación clara del derecho internacional” y “una flagrante violación de la soberanía e integridad de Ucrania”.