El primer ministro portugués, António Costa, ha tomado posesión de su cargo este miércoles junto al resto de ministros de su nuevo Gobierno. Un Ejecutivo más reducido que el de la legislatura anterior y con rostros nuevos en carteras clave, en un intento de Costa por dar un aire renovado a la que será su tercera legislatura, marcada por la inestabilidad económica internacional debido al conflicto en Ucrania y por la gestión de los fondos de recuperación europeos, que serán claves para mantener a flote la actividad económica en los próximos meses. 

Costa, que gobernará con mayoría absoluta, ya advirtió tras su victoria en las elecciones legislativas del pasado enero que el nuevo Ejecutivo contaría con menos ministerios que el anterior -serán 17 frente a los 19 de la anterior legislatura- en lo que calificó como un Gobierno “de concentración” para hacer frente a la recuperación económica tras la pandemia. El número de secretarías de Estado también se ha reducido, en este caso de 50 a 38. También será el Ejecutivo más igualitario desde la Revolución de los Claveles, con nueve ministras y ocho ministros. 

Cambios más destacados

Entre los cambios más destacados está la salida de ministros clave durante la legislatura anterior, como el titular de Exteriores, Augusto Santos Silva, que fue nombrado este martes presidente del Parlamento. Otra baja destacada es la de la hasta ahora ministra de Justicia y del Interior, Francisca Van Dunem, uno de los rostros más visibles del Ejecutivo en los últimos meses. El hasta ahora titular de Defensa, João Gomes Cravinho, se hará cargo de Exteriores y su puesto lo ocupará por primera vez una mujer, Helena Carreiras.

Los nuevos ministros tienen un perfil más político que sus antecesores, entre ellos el nuevo ministro de Ambiente y Acción Climática, Duarte Cordeiro -que fue jefe de campaña de Costa en las últimas elecciones-, el titular de Finanzas, Fernando Medina -que fue alcalde de Lisboa hasta finales del año pasado- o la hasta ahora líder parlamentaria socialista, Ana Catarina Mendes, que se hará cargo de la cartera de Asuntos Parlamentarios. El objetivo es lidiar con una oposición debilitada pero más beligerante, con la extrema derecha como tercera fuerza política en el Parlamento.