Marine Le Pen ha suavizado una de las propuestas más polémicas de su programa, prohibir el velo islámico en la calle, a pocos días de la segunda vuelta de las presidenciales francesas en un momento en que las encuestas señalan que pierde terreno en favor de su contrincante, Emmanuel Macron.

El presidente provisional de su partido, Jordan Bardella, subrayó este martes que Le Pen ha indicado "de forma extremadamente clara que no es una prioridad" la prohibición del velo islámico en todo el espacio público. "Es un objetivo" pero "no lo haremos mañana por la mañana", indicó en una entrevista a la emisora de radio France Info.

En caso de que la candidata ultraderechista ganara los comicios el próximo domingo -algo que no prevén los sondeos- esa prohibición se tramitaría en forma de ley y sería debatida en el Parlamento, donde el texto podría ser modificado.

Marine Le Pen ha estado justificando durante su campaña la prohibición en la calle del velo islámico, que considera "un uniforme islamista, no es un uniforme musulmán".

Pero dentro de su estrategia de limar asperezas con los puntos más extremistas de su programa está marcando una inflexión cuando menos en las formas sobre ese punto.

El sábado ella misma dijo que no es "obtusa" ante las reacciones que esa propuesta de prohibición genera y explicó que ese "problema complejo" sería objeto de "discusión" en el Parlamento y que además, si los ciudadanos no estuvieran satisfechos, la podrían anular con un Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC), un mecanismo de participación que quiere promover.