Jaque a Emmanuel Macron. La ajustada victoria de la coalición unitaria de la izquierda deja al presidente francés contra las cuerdas. La Nueva Unión Popular Ecológica y Social (NUPES) sería la fuerza más votada en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas con el 26,1% de los votos y quedaría por delante, con una distancia mínima, de la coalición macronista Juntos (25,6%), según la primera estimación de los resultados hecha por el instituto Ifop a partir de un recuento provisional, que suele ser bastante fidedigna al resultado final.

La coalición presidencial podría remontar la situación en la segunda vuelta, pero su mayoría absoluta —un mínimo de 289 diputados— pende de un hilo. Pese a la victoria de Macron en las presidenciales de abril, los candidatos afines al dirigente centrista no se vieron catapultados por ese triunfo y consiguieron un resultado claramente inferior al de las legislativas de 2017 (32%). La coalición presidencial podría lograr entre 275 y 310 diputados en la segunda vuelta, según las proyecciones para la segunda vuelta del 19 de junio.

La NUPES (formada por la Francia Insumisa, el Partido Socialista, los verdes y los comunistas) aspiraría a conseguir entre 180 y 210 diputados. Pero estos pronósticos deben cogerse con pinzas al tratarse de un escenario nuevo: el duelo entre el centro-derecha macronista y la izquierda. El futuro de la Asamblea Nacional —los diputados elegidos son el candidato más votado en cada una de las 577 circunscripciones— se decidirá en una mayoría de duelos entre estos dos nuevos adversarios.

La coalición de izquierdas busca complicarle el mandato a Macron

La coalición de izquierdas busca complicarle el mandato a Macron Agencia ATLAS / Foto: EFE

Legislativas más inciertas desde 1997

"La verdad es que el partido presidencial (...) ha sufrido una derrota. Por primera vez en la historia de la Quinta República, un presidente recientemente elegido no logró una mayoría en las elecciones legislativas que se celebran a continuación", aseguró Jean-Luc Mélenchon (ecosocialista), líder de la NUPES, que aspira a convertirse en el nuevo primer ministro en el caso, poco probable, en que la coalición de izquierdas obtuviera una mayoría absoluta en la segunda vuelta.

Pese haber quedado tercero en la primera vuelta de las presidenciales —con cerca del 22% de los votos y a 400.000 votos de adelantar a Le Pen—, el dirigente insumiso convirtió estas legislativas en las más inciertas desde 1997 al componer una alianza unitaria con el resto de partidos de la izquierda francesa, lastrada en los últimos años por su fragmentación. Por primera vez en las últimas dos décadas, una formación de la oposición adelantaría a la coalición presidencial en la primera vuelta de las legislativas, si se confirman los resultados provisionales.

Una elevada abstención

El macronismo también pagó en esta primera vuelta unas primeras semanas del segundo mandato de Macron, salpicado por una sucesión de polémicas, como el fiasco organizativo en la final de la Champions, y por el escaso impacto político de la designación de la nueva primera ministra, Élisabeth Borne. "Somos la única fuerza que puede lograr la mayoría absoluta" en el Parlamento, declaró Borne, que quedó primera en su circunscripción en el oeste de Francia. A pesar de ello, el macronismo sufrió algunas derrotas dolorosas, como la eliminación desde la primera vuelta de Jean-Michel Blanquer, el exministro de Educación, muy criticado por los profesores.

Esta primera vuelta también estuvo marcada por unos niveles de abstención muy elevados. Entre el 51% y el 52% de los franceses no fueron a votar, según las proyecciones de los institutos de sondeos. Una participación parecida, e incluso inferior, a la de 2017, cuando ya se registró un récord de abstención en unas legislativas. Estos datos confirman la tendencia de desmovilización electoral en Francia. ¿Se acentuará en la segunda vuelta? ¿O podría producirse un aumente inesperado del porcentaje de votantes? La izquierda confía en su reserva de electores entre los abstencionistas, sobre todo entre los jóvenes, para dar la sorpresa en la segunda vuelta.

La ultra Le Pen, en fuera de juego

La elevada abstención influyó probablemente en el modesto resultado obtenido por el ultraderechista Reagrupamiento Nacional. El partido de Marine Le Pen, que se impuso con claridad en su circunscripción en el norte de Francia, obtendría el 18,9% de los votos, pero quedaría eliminado en la mayoría de circunscripciones. Según las estimaciones, la ultraderecha solo podría conseguir entre 5 y 40 diputados. Es decir, incluso podría quedar por debajo del umbral de 15 diputados que permite constituir un grupo propio en el Parlamento, algo fundamental para las arcas de los partidos.

Los candidatos de Reconquista, la formación del polemista islamófobo Éric Zemmour, lograron menos del 5% y podrían quedarse sin representanción parlamentaria. El mismo Zemmour quedó eliminado desde la primera vuelta en su circunscripción en la Costa Azul, en el sudeste de Francia.

Tras haber sufrido un batacazo con menos del 5% de los votos en las presidenciales, Los Republicanos (afines del PP en Francia) resistieron en esta primera vuelta de las legislativas y consiguieron entre el 11-14% de los votos, según las estimaciones. Las proyecciones les otorgan entre 40 y 60 escaños. Y podrían convertirse en una fuerza decisiva en el futuro del segundo mandato de Macron.