El primer ministro británico, Boris Johnson, ha alertado de que aquellos ucranianos que lleguen al país de forma ilegal podrán ser sujetos a deportaciones y ser enviados a Ruanda en plena polémica por el acuerdo entre los dos países, que se ha topado además con la negativa del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

Johnson había aclarado en anteriores ocasiones que los ciudadanos ucranianos no se verían afectados por el acuerdo, que permite en principio a las autoridades británicas enviar al país africano a los solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha.

"Las únicas circunstancias en las que se podrá enviar a solicitantes de asilo a Ruanda es si llegan a Reino Unido de forma ilegal, lo que socava la seguridad y las rutas legales que tenemos. Estamos dando unos 130.000 visados a los ucranianos y tienen al menos dos buenas rutas para llegar al país", ha explicado.

Sin embargo, ha matizado que "si vienen de forma ilegal, pasan por encima de todos aquellos que lo hacen legalmente", por lo que, "en teoría, podrían ser deportados". "De todas formas, creo que esto es muy improbable", ha dicho, según informaciones del diario 'The Guardian'.

Johnson viajó el jueves a Ruanda, donde se ha reunido con las autoridades del país y ha instado a la OTAN y los países del G7 a evitar pactar una "paz mala" para Ucrania. En este sentido, ha matizado que es importante que el fin de la guerra no implique "ceder territorio" ucraniano a Rusia.