Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Propaganda de guerra

Perros armados e ironía: el ejército digital de 'trolls' que ataca a Rusia a golpe de memes

Civiles, expertos en inteligencia y políticos forman NAFO, una alianza de guerrilla en Twitter para realizar donaciones a Ucrania, combatir la desinformación del Kremlin sobre la guerra y controlar la narrativa del conflicto

Perros armados e ironía: El ejército digital de 'trolls' que ataca a Rusia a golpe de memes.

En las últimas semanas, Ucrania ha lanzado una contraofensiva militar para retomar el control de su territorio, arrebatado por las tropas de Rusia desde el inicio de su invasión. Sin embargo, esta no ha sido la única acción bélica que ha pillado al Kremlin por sorpresa. Detrás de las pantallas, un ejército de miles de voluntarios ha activado una campaña de propaganda en Twitter para combatir la desinformación rusa sobre la guerra a golpe de memes, provocación e ironía.

“Somos entre una maniobra contra las manipulaciones de Rusia y una operación psicológica”, explica a este diario Alvar, politólogo español criado en Alemania y con experiencia en relaciones gubernamentales para el sector privado. Su frustración con la respuesta de Occidente a la invasión rusa le llevó a unirse a la Organización de Colegas del Atlántico Norte (NAFO, por sus siglas en inglés, en un juego de palabras ligado a la OTAN), una alianza de usuarios de Twitter que ha recurrido al ‘troleo’ como arma para contrarrestar los intentos de Moscú por controlar la narrativa sobre la guerra.

“Somos entre una campaña contra la desinformación rusa y una operación psicológica” -Alvar, miembro de NAFO

decoration

NAFO nació de forma esporádica el pasado mayo cuando el usuario @Kama_Kamilia lanzó una iniciativa para recaudar “cientos de miles de dólares” en fondos para apoyar a la Legión Nacional de Georgia, unidad paramilitar de voluntarios del país asiático (también atacado por Moscú) forjada en 2014 tras la anexión rusa de Crimea. Se activaron cuentas bancarias y de PayPal para procesar las donaciones. “Hay usuarios que demuestran estar en Ucrania, tener contacto con los militares y hacerles llegar nuestra ayuda”, asegura Jesús Manuel Pérez Triana, analista de defensa y miembro de NAFO. Desde entonces, venden todo tipo de productos —de camisetas a pegatinas— para sufragar esa ayuda.

A cambio, los donantes reciben una imagen de un perro de la raza japonesa Shiba Inu —convertida en todo un fenómeno en internet— armado y con atuendos militares, que funciona como insignia para identificar sus cuentas como ‘fellas’ (colegas, en inglés), como se llaman entre ellos. Detrás de esa cadena de producción hay un equipo de 34 miembros de NAFO de todo el mundo, según explicó a ‘Politico’ el impulsor de esa comunidad.

Expertos y ciudadanos de a pie

Esta peculiar alianza no ha parado de unir soldados a sus filas. Cada día publican más de 5.000 mensajes en Twitter, según un análisis del Instituto para el Diálogo Estratégico. “Internet ha convertido la propaganda en un arma de desestabilización sin precedentes en la que todos los ciudadanos pueden participar (…) y la idea de resistencia en que se apoya Ucrania puede estar llevando a la gente a contribuir a través de las redes", apunta Carme Colomina, investigadora principal del CIDOB experta en desinformación.

"Internet ha convertido la propaganda en un arma de desestabilización sin precedentes en la que todos los ciudadanos pueden participar" -Carme Colomina, investigadora del CIDOB

decoration

Entre esos usuarios hay perfiles de todo tipo, desde expertos en inteligencia militar a ciudadanos de a pie interesados en el conflicto. “En Telegram vi la masacre de civiles, lo más horrible que he visto en mi vida (…) Me pedí una semana de vacaciones y dediqué 15 horas al día a contestar a todas las mentiras rusas”, asegura un usuario que prefiere mantener su anonimato por temor a represalias. La creciente popularidad de NAFO también ha llevado a varios políticos, como el ministro ucraniano de Defensa, Oleskii Reznikov, o el expresidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves, a unirse a la causa. “Esto ha crecido tanto que nadie sabe cuántos somos”, celebra Alvar.

Muchos de ellos son de los Bálticos o de Europa del Este, pero la comunidad hispanohablante no para de crecer. “Siempre usé las redes para charlar con mis amigos, pero tras la invasión decidí ayudar traduciendo información ucraniana”, explica Andriy, español de 32 años nacido en Lviv. “Tengo a un sobrino en Ucrania y quería ayudar. Me da mucha rabia ver personajes como Pedro Baños o Bea Talegón defender el punto de vista ruso mientras ahí están matando a gente”.

Guerra de memes

Las guerras informativas se libran desde hace tiempo en las redes sociales y espacios como Telegram. Controlar la narrativa es clave para ambos bandos. Conscientes de ello, las cuentas de NAFO buscan documentar el curso de la guerra y amplificar de forma incesante informaciones que destapan las acciones rusas, desde investigaciones periodísticas a las de fuentes abiertas de grupos como Bellingcat.

Operando como una guerrilla digital, los miembros de NAFO han recurrido a los memes, un pilar de la cultura de internet que en pocos años ha pasado de ser un recurso de nicho a incrustarse en cada vez más tácticas propagandísticas. “Usar memes de humor político e ironía es una estrategia muy útil para llegar a los jóvenes y esquivar la censura”, añade Colomina. De soldados bailando a artillería en acción, tanto el Gobierno de Ucrania como el de Rusia han desplegado esta comunicación memética.

Los NAFO también han recurrido al ‘shitposting’, como se conoce en la jerga de internet publicar contenido agresivo e irónico para atacar, desgastar y desesperar a sus rivales. Y lo hacen con un código propio, refiriéndose a los prorrusos como ‘Vatniks’ o ‘Tankies’, insultos con los que menospreciar a quienes defienden ciegamente las acciones del Kremlin, o como orcos, en relación a los monstruos mitológicos. Así, es habitual verles ‘trolear’ a diplomáticos rusos o mofarse de Vladímir Putin y los fallos estratégicos de la hasta ahora fallida campaña militar rusa. “Vivimos en una sociedad muy cínica y desconfiada y la propaganda es también burlarse del otro para deslegitimar su causa”, añade Pérez Triana.

Defensa mutua

Cuando un usuario es intimidado por cuentas rusófilas solo tiene que escribir el hashtag #Artículo5 –en relación a la cláusula de defensa mutua de la OTAN— y otros miembros de NAFO aparecen para contrarrestar el ataque con memes e información. “Así no te sientes solo”, asegura Andriy. Los ‘fellas’ también se corrigen entre sí para evitar la difusión de posibles bulos.

Parte del éxito de NAFO se debe a ser una comunidad autogestionada. Su única regla es ayudar a Ucrania, más allá de diferencias ideológicas. “Somos gente que siente impotencia por no poder ayudar. Los hay muy agresivos, absurdos, documentales, de izquierdas o de derechas, pero eso no importa”, asegura un miembro anónimo. Aún así, denuncian que cuentas prorrusas se hacen pasar por miembros de NAFO para “decir barbaridades” y deslegitimar el movimiento. También es habitual que los acusen de estar a sueldo de la OTAN, la CIA o del magnate George Soros. “Esto es algo totalmente altruista, nadie nos ha dado ninguna directriz”, asegura Alvar.

Compartir el artículo

stats