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Cumbre de Sharm el-Sheikh

La UE presionará a los grandes países contaminantes a hacer más por el clima

La Comisión Europea admite que con las promesas actuales solo se limitará el calentamiento a entre 2,4ºC y 2,6ºC, lejos de los 1,5º centígrados pactados en París

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Reuters

La Unión Europea acude a la COP27, que arranca este domingo 6 de noviembre en la localidad egipcia de Sharm el-Sheikh, en medio de una crisis energética agravada por la guerra de Rusia en Ucrania, que ha llevado a algunos socios europeos a mirar de nuevo hacia fuentes tan contaminantes como el carbón para paliar los problemas de suministro.

Lo hace, al mismo tiempo, convencida de que el cambio climático es el mayor "reto existencial" al que se enfrenta el mundo y de que es necesario aprovechar la "ventana de oportunidad" que todavía existe para limitar el calentamiento global del planeta a 1,5º centígrados a finales del siglo, aumentar los esfuerzos en materia de adaptación y financiación y apoyar a los países en desarrollo ante las pérdidas y daños provocadas por el cambio climático.

"Está muy claro por los informes recientes que el mundo no está en camino de limitar el calentamiento global a 1,5ºC. Los últimos datos y estudios muestran que probablemente, con la política actual, acabaríamos con un calentamiento de entre 2,4 a 2,6 grados para finales de siglo. Necesitaríamos una reducción de las emisiones de CO2 del 45% aproximadamente para 2030 si queremos mantenerlo a 1,5ºC máximo", admiten fuentes europeas que consideran crucial que la cumbre climática renueve el "sentido de urgencia", mantenga las promesas hechas en París y Glasgow y convenza a los grandes emisores de gases contaminantes del planeta de adoptar medidas urgentes con rapidez. 

"Nos gustaría que China fuera más rápido y cumpla con los objetivos antes de 2030", admiten desde el Ejecutivo comunitario que aseguran hacer "lo que podemos" para mantener el diálogo abierto con Pekín aunque su presidente, Xi Jinping, no acudirá por ejemplo a Sharm El-Sheikh. "Este año tenemos la COP27 primero y después el G20. Veremos qué podemos hacer para que la ambición de la COP27 viaje al G20 en Bali (el 15 y 16 de noviembre) porque necesitamos que los grandes emisores hagan más por el clima", sostienen desde el Ejecutivo comunitario.

La UE, que organizará 125 eventos en el pabellón europeo, acude a la cita con un mandato claro y una nutrida representación europea y dispuesta a hablar de compensaciones financieras para atenuar el coste y el impacto sobre los países más pobres. "Todavía hay una pequeña ventana, un pequeño camino para mantener el calentamiento de un grado y medio, así que tenemos que aprovechar esa ventana en lo que respecta a la UE, con mensajes muy claros", sostienen las mismas fuentes. En primer lugar, que los Veintisiete están comprometidos a mantener el rumbo y la ambición, a no retroceder en absoluto, y a seguir contribuyendo financieramente pese a la situación económica actual. 

Aumento de la contribución

El Acuerdo de París estableció el objetivo de que los países desarrollados movilizaran colectivamente 100.000 millones de dólares al año, entre 2020 y 2025, para ayudar a los países en desarrollo a reducir las emisiones y prepararse para los impactos del cambio climático. En este tiempo, la Unión Europea se ha convertido en el principal contribuyente -con 23.000 millones de euros en 2020 y 2021- aunque considera "urgente" que otros países desarrollados contribuyan más. 

La UE también defenderá en la cumbre medidas de adaptación y mitigación y que los países en vías de desarrollo dupliquen la financiación que obtienen para 2025 respecto a 2019, así como acciones para minimizar las pérdidas y los daños provocados por el cambio climático. No obstante, antes de empezar a hablar de crear nuevos fondos habrá que estudiar y concretas las necesidades. "Hay que identificar las necesidades, ver cómo podemos movilizar los recursos existentes, y después avanzar a partir de ahí", pero "la UE será un socio constructivo en esta discusión", aseguran fuentes europeas. 

Más allá de las delegaciones nacionales de los 27 Estados miembros y de las que enviará el Parlamento Europeo, el club estará representado por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que acudirán a las sesiones de apertura. Quienes se quedarán a la ronda final de negociaciones, no obstante, serán el vicepresidente y responsable del pacto verde europeo, Frans Timmermans, así como los comisarios Kadri Simson (Energía), Virginijus Sinkevicius (medio ambiente), Janusz Wojciechowski (agricultura). Todos ellos esgrimirán como indicador del compromiso europeo las últimas decisiones adoptadas por la UE como el reciente acuerdo político para que los coches comercializados a partir de 2035 sean cero emisiones. 

"Demuestra que la UE no está renunciando a su ambición sino acelerando sus ambiciones climáticas", esgrimen en Bruselas que apuntan al resto de iniciativas del paquete Fitfor55 que están en negociación, el plan Repower EU para reducir la dependencia de los combustibles fósiles o el desarrollo de las energías renovables y las medidas de eficiencia energética. De hecho, von der Leyen aprovechará la COP para cerrar acuerdos de cooperación y alianzas en materia de energías renovables e hidrógeno verde con Egipto o Namibia. 

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