Investigación

El ‘Qatargate’ salpica la comisión que preside López Aguilar en el europarlamento

La eurodiputada implicada en el escándalo, Eva Kaili, y dos de sus allegados votaron la eliminación de visados para los cataríes sin pertenecer a ella

Juan Fernando López Aguilar en una intervención en el parlamento europeo.

Juan Fernando López Aguilar en una intervención en el parlamento europeo. / EP

Joaquín Anastasio

El nombre del socialista canario Juan Fernando López Aguilar está apareciendo en los últimos días en distintos medios en algunas derivadas del llamado ‘Catargate’, el escándalo destapado en Bruselas sobre la trama de sobornos a europarlamentarios por parte, supuestamente, del país donde se acaba de celebrar el mundial de futbol, a cambio de defender sus intereses en las instituciones comunitarias. En concreto, se menciona el hecho de que la comisión del Parlamento Europeo que él preside, la de Libertades Públicas, Justicia e Interior, votara pocos días antes de destaparte el caso la eliminación de los visados para los ciudadanos cataríes que quieran entrar en los países de la UE.

Y se dio la circunstancia además de que en esa votación participaron tres eurodiputados socialdemócratas sin pertenecer a dicha comisión, entre ellos la griega Eva Kaili, centro de la presunta trama y que en la actualidad está encarcelada y siendo investigada por la justicia y la fiscalía belgas. Junto a ella, también participaron en esa votación, sin que López Aguilar cuestionara su derecho a hacerlo aunque tampoco formaban parte de esa comisión, otros dos eurodiputados del entorno de la propia Kaili, y cuyos nombres aparecen también en la trama, el belga Marc Tarabella, y la italiana Alessandra Moretti. En esa votación, el 1 de diciembre, solo diez días antes de la operación de la policía judicial que supuso la detención de Kaili, por entonces vicepresidenta del Parlamento Europeo, luego destituida, se autorizaban también la eliminación de visados para los ciudadanos de Kuwait, Omán y Ecuador en el marco de la reforma del reglamento europeo de visas.

López Aguilar rechaza de forma rotunda sin embargo cualquier vinculación de esa votación y de esa tramitación parlamentaria con el ‘Catargate’ y defiende como “habitual y muy frecuente” y “perfectamente reglamentaria” que eurodiputados que no pertenezcen a la comisión participen en ella. Ocurre, según señala, cuando las votaciones en las comisiones se superponen unas a otras y los eurodiputados que pertenecen a más de una no pueden a acudir a todas, momento en el que encargan a compañeros suyos que le sustituyan aunque no sean miembros de la comisión. “Es perfectamente reglamentario y habitual y cuando yo percibo que hay en la Comisión presentes personas que no son titulares, presumo que están sustituyendo a personas que no pueden acudir”, insiste el eurodiputado canario. Y aclara que esas sustituciones “se justifican normalmente ante el coordinador y portavoz del grupo respectivo en la Comisión, pero no es algo que controle el presidente”. “A mí como presidente lo que me importa es que los 69 votos de la comisión estén presentes y que la votación se pueda celebrar”, resalta.

López Aguilar: “A mí como presidente lo que me importa es que los 69 votos de la comisión estén presentes y que la votación se pueda celebrar”

López Aguilar recalca además que el asunto que se tramitaba en esa fecha en la comisión que preside y en que la que participaron sin ser miembros de la misma Kaili y los otros dos socialdemócratas de su entorno, no tiene nada que ver con las presuntas actuaciones ahora en investigación ya que se trataba de una propuesta, la de eximir de visados a los cataríes que viajen a la UE, que había aprobado previamente la Comisión Europea, en abril, y de la que se estaba llevando a cabo su mera tramitación parlamentaria. “Es una iniciativa de la CE de hace ocho meses eximiendo de visado a Catar y Kuwait en el marco de su política de diversificación de la dieta energética europea, y del apoyo decisivo de estos dos países en la sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania”, explica el eurodiputado canario antes de añadir que durante el proceso legislativo, la comisión que preside amplía esa medida a dos países más, Omán y Ecuador, en este último caso precisamente por iniciativa española.

“Esa votación tiene lugar el 1 de diciembre, Kaili acude pese a no ser integrante de la comisión, junto a otros dos socialdemócratas más, un belga y una italiana, porque es frecuente que los parlamentarios que no pueden acudir a las comisiones de las que son miembros por acudir a otras, se hagan sustituir por otros eurodiputados”, insiste en su explicación López Aguilar. Pero es que además, subraya, esa votación estaba cantada de antemano porque la mayoría de grupos apoyaban la propuesta de la CE para eximir de la obligación de visado a los cuatro países mencionados. En efecto, la propuesta logró 42 votos a favor, por 16 en contra, por lo que los votos de Kaili y de los otros dos socialdemócratas de su entorno no eran determinantes. Lo que el eurodiputado canario reconoce es no saber si Kaili, Tarabella y Moretti pidieron expresamente al grupo socialista votar en esa comisión.

Sin sospecha

A la pregunta de si no era sospechosa la actividad que mostraba Kaili en una comisión de la que no formaba parte, el socialista canario señala que “para nada era algo fuera de lo que es normal” porque ella era la jefa de las relaciones diplomáticas interparlamentarias entre la Eurocámara y los Parlamentos de los estados del Golfo. “Era su zona y yo atribuía su proactividad a su cargo, al conocimiento y la experiencia sobre el terreno”, señala. En todo caso, López Aguilar destaca que “en todas las legislaturas, la comisión adopta iniciativas para ensanchar el listado de países cuyos nacionales quedarán exentos del requisito de visas en condiciones de reciprocidad”, asegurando que su prioridad como presidente de la comisión competente en esa tramitación “ha sido siempre establecer esa exención a los países latinoamericano que disfrutaban de ella en España y dejaron de hacerlo cuando la política empezó a ser europea”.

Tras el estallido del escándalo, el Parlamento Europeo ha suspendido todas las decisiones, actos legislativos y resoluciones que tienen que ver con Catar

Tras el estallido del escándalo, el Parlamento Europeo ha suspendido todas las decisiones, actos legislativos y resoluciones que tienen que ver con Catar, como la exoneración del visado a los cataríes, al que solo le faltaba el visto bueno final en el pleno de la cámara. Todo queda paralizado hasta que la investigación judicial resuelva sobre el ‘Catargate’. El caso de los visados volverá a votarse en enero en la comisión de López Aguilar para al menos tratar de “rescatar” la medida para los casos de los otros países que se iban a beneficiar de la medida. “Este asunto regresará en enero a la comisión y vamos a intentar rescatar a los países que no están bajo sospecha”, resalta.

Otra de las derivadas del ‘Catargate’ en las que se menciona a López Aguilar tiene que ver con su intervención en su comisión defendiendo la propuesta de la UE para eliminar el visado con Catar, en la que algunos medios ven un “blanqueo” del emirato pese a la violación de derechos humanos que allí se produce. En concreto, el eurodiputado canario aseguró en esa intervención que “el Parlamento Europeo no puede exigirle (a Catar) nuestros mismos estándares de derechos fundamentales” y que la eurocámara “no puede revisar la decisión de la FIFA” frente a aquellos que habían apoyado una investigación sobre la concesión del campeonato mundial de fútbol al país del Golfo Pérsico. Además, se mostró convencido de que el camino correcto con Catar era la exención de visados “porque incentiva, a través del intercambio, la mejora en los derechos humanos y en las libertades”.

A este respecto, López Aguilar niega esa interpretación de sus palabras y señala que, “la reforma del reglamento para expandir la exención de visados no tiene como exigencia el que el país beneficiario tenga exactamente la misma correspondencia en derechos fundamentales que la UE” y recuerda que hay estados con este tipo de acuerdo con la Europa comunitaria que tienen en sus códigos penales la pena de muerte y que “lo que normalmente se hace es exigir una moratoria de esta condena”, que es lo que se pretendía en el caso de Catar, Kuwait y Omán.

Respecto al escándalo en sí, el eurodiputado señala que a “la consternación y al estupor” que causó en el Parlamento europeo en un primer momento le siguen “un sentimiento de ira y cólera encadenada con respecto de un comportamiento que, si es lo que parece, es incalificable y merece todo el estrépito penal que ya se ha activado”, confiando en todo caso en la investigación en curso. “El Parlamento europeo ha tenido una reacción contundente, fulminante y unitaria y se dispone a colaborar con la justicia y la fiscalía penal belga incondicionalmente”, afirma. Todo apunta, según él, “a que se trata de una trama muy perimetrada”, resaltando que “de ningún modo se puede poner bajo sospecha ni al Parlamento Europeo, integrado por 705 miembros, ni a sus procedimientos ni a sus decisiones”.

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