Tensión política en EEUU

Los republicanos expulsan a la congresista musulmana Omar del Comité de Asuntos Exteriores

Los demócratas denuncian un acto de venganza política y el acoso a mujeres de color | McCarthy consigue convencer a conservadores reticentes y confirma el peso del ala más radical

La congresista demócrata Ilhan Omar sale de su despacho en el Congreso, este jueves en Washington.

La congresista demócrata Ilhan Omar sale de su despacho en el Congreso, este jueves en Washington. / REUTERS

Idoya Noain

Ilhan Omar, la refugiada somalí que en 2019 llegó al Congreso de Estados Unidos como una de las voces progresistas del Partido Demócrata y como una de las primeras representantes musulmanas, ha sido este jueves expulsada del Comité de Asuntos Exteriores por los republicanos, que controlan la Cámara Baja.

Sobre el papel, y según la argumentación de los republicanos, se trata de un repudio al antisemitismo, motivado por polémicas declaraciones que la congresista de Minnesota hizo en el pasado (que ya le valieron críticas también demócratas y por las que se disculpó). En la actual realidad política de Estados Unidos, no obstante, cuesta no ver lo sucedido como un acto de venganza política en respuesta a la expulsión en el anterior Congreso, controlado por los demócratas, de los extremistas republicanos Paul Gosar y Marjorie Taylor Greene de sus puestos en comités.

La expulsión de Omar sirve también como muestra del peso determinante que el ala más radical del Partido Republicano ha ganado en la Cámara de Representantes y en su presidente, Kevin McCarthy. Y es el último exponente de las crecientes tensiones en un Washington donde el poder se ha dividido.

Amenazas y polémica

Omar ha sido desde que llegó a Capitol Hill y como miembro del llamado “escuadrón” (del que forman parte también las progresistas Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley) una de las congresistas más demonizadas por los republicanos. También, una de las que más amenazas ha enfrentado, algo que se intensifica cada vez que vuelve a las noticias, como recordaba y demostraba en un tuit el miércoles, con la grabación de un hombre que le insultaba y amenazaba con meterle “una bala en la cabeza”.

Entre las declaraciones más polémicas que ha realizado, y a las que ahora aludían los republicanos para asegurar que no es objetiva para estar en el comité, figura un tuit de 2019. En ese aseguró que para algunos grupos pro-israelís “todo es sobre los Benjamines”, una referencia a los billetes de 100 dólares que se leyó como un tropo antisemita sobre avaricia. También le persiguió una comparación de las “atrocidades” cometidas por EEUU con las de grupos terroristas como Hamás y los Talibanes. En ambos casos se granjeó también críticas desde las filas demócratas y pidió disculpas.

Para los demócratas, ahora, su expulsión del relevante comité no tiene que ver con aquellas polémicas, sino con el intento de los republicanos de represaliarles por la expulsión cuando ellos controlaban la Cámara Baja de Taylor Greene y Gosar.

Espíritu de venganza

Ese espíritu de venganza también lo percibían varios congresistas republicanos, que hasta hace dos días solo se oponían a la expulsión de Omar al considerar que sentaba un precedente peligroso y además no cuadra con sus constantes denuncias de la “cultura de la cancelación”.

McCarthy, no obstante, ha conseguido convencerles con promesas de un proceso de apelación en el que los demócratas ven una farsa, porque cualquier recurso lo decidirá un Comité de Ética que también controlan los republicanos. Y el californiano, que la semana pasada también expulsó unilateralmente a dos demócratas del Comité Selecto de Inteligencia, ha sumado uno de sus primeros triunfos como ‘speaker’, logrando 218 votos republicanos a favor de la expulsión frente a los 211 demócratas.

McCarthy también estaba señalado por acusaciones de hipocresía al no haber hecho nada con George Santos, el congresista republicano señalado por sus incontables mentiras. Pero esta semana ha maniobrado con Santos y ha logrado que el neoyorquino abandone de forma temporal los puestos que le habían dado en dos comités.

Debate caldeado

La votación para expulsar a Omar del relevante comité ha llegado tras una sesión de debate de ánimos caldeados, en la que ha habido gritos y Omar casi ha llegado a las lágrimas para defenderse. Y varias voces han acusado a los republicanos de señalar a Omar por causas ajenas a las declaraciones.

Lo ha hecho entre otras Ocasio-Cortez. En un airado discurso les ha denunciado por “acosar a mujeres de color” y ha recordado que Gosar publicó un vídeo en el que, insertando caras en personajes de animé, aparecía matándole y Taylor Greene respaldó en redes la ejecución de líderes demócratas ( los dos republicanos han sido restituidos ahora en sus comités).

La propia Omar tampoco ha escatimado críticas. “La cuestión que se debate es ¿quién puede ser estadounidense? ¿qué opiniones tienes que tener para contar como estadounidense?”, ha dicho la congresista. Y hablando junto a una foto en la que se le veía de niña en Somalia, donde sobrevivió a la guerra y vivió en un campo de refugiados, ha denunciado que “existe esa idea de que eres sospechoso si eres un inmigrante, o si eres de determinada parte del mundo, o de un determinado color de piel, o musulmán”. También ha recordado las campañas que los republicanos libraron contra Barack Obama insinuando en falso que era musulmán o, como hizo Donald Trump, nacido en Kenia.

Omar ha acabado mostrándose desafiante incluso sabiendo que perdería el puesto en el comité. “Mi liderazgo y mi voz no serán reducidos. Mi voz será más alta y más fuerte”, ha dicho. “Estoy aquí para quedarme y ser una voz contra daños alrededor del mundo”.