Crisis climática

SOS de las pistas de esquí en Italia: Europa se está quedando sin nieve

Con temperaturas de hasta 15ºC a 1.500 metros de altura, el Gobierno italiano aprueba nuevas ayudas y los operadores abogan que hay que repensar las actividad

El cálido invierno asfixia las pistas de esquí italianas.

El cálido invierno asfixia las pistas de esquí italianas.

Irene Savio

El Gobierno italiano ha anunciado ayudas para las empresas turísticas ubicadas en la cordillera montañosa de los Apeninos, que recorre Italia de norte a sur y es la fuente de muchos ríos. La razón es la escasez de nieve, que ha golpeado a la industria local. En concreto, el Ejecutivo ha anunciado un primer fondo de 1,6 millones de euros que en principio debían concederse a familias y empresas por la emergencia Covid, y que ahora serán destinados a este sector. Y más dinero puede llegar en adelante, han avisado las autoridades italianas. De una emergencia se pasa a otra.

La carencia de nieve en los Apeninos no es una novedad. La situación lleva así desde hace tiempo. Este año, sin embargo, los meses de diciembre y enero, que tradicionalmente son los de mayor afluencia turística por las fiestas navideñas, han sido particularmente críticos. A 1.500 metros de altura se han llegado a registrar 15 ºC en plena temporada de esquí, lo que ha desanimado a muchos turistas a reservar sus tradicionales vacaciones invernales. 

De ahí que se hayan llegado a estimar daños al sector turístico de hasta 50 millones de euros, tan solo por estos últimos meses. En las regiones de los Abruzos, Toscana y Emilia Romaña, incluso se ha optado por cerrar algunas pistas de esquí, donde ni disparar nieve artificial con cañones ha sido suficiente para evitar que las instalaciones fuesen consideradas inseguras para practicar este deporte.

Turismo sin nieve

La situación es tan enquistada que algunos gremios ya hablan de la necesidad de repensar las actividades que propone la industria del turismo en la montaña. Esta necesidad de resetear el sector la defienden por ejemplo desde la Confederación de la Artesanía y de las Pequeñas y Medianas Empresas (CNA) de Bolonia, que ha estimado que cerca de 500 empresas se han visto este año directamente afectadas por la escasez de nieve en los Apeninos. 

Marco Gualandi, vicepresidente CNA de Bolonia, ha propuesto alternativas ante este aumento de las temperaturas que parece irreversible en el corto plazo. “El turismo en los Apeninos necesita ser repensado. No hay que centrarse solo en la nieve, sino apuntar más al turismo sin nieve, que es un turismo que funciona los 365 días del año”, ha dicho Gualandi. Por ejemplo, “es posible apostar por el senderismo”, ha añadido, al sugerir asimismo las posibilidades que giran en torno al turismo termolúdico.

Por ello, las regiones italianas afectadas han empezado a hablar de la necesidad de inversiones. Es lo que ha hecho en las pasadas semanas el gobernador de Emilia Romaña (norte), Stefano Bonaccini, al enumerar las necesidades de su región. “Necesitamos nuevas estructuras deportivas y turísticas, como spas y pistas de hielo, que nos permitan diversificar nuestra oferta”, ha afirmado Bonaccini, quien también ha pedido cañones de alta tecnología para disparar nieve que soporte las crecientes temperaturas.

También en los Alpes

El fenómeno, por supuesto, no afecta solo a los Apeninos. Las pistas de esquí catalanas, por ejemplo, resistieron a la campaña de Navidad pese a la falta de nieve y las altas temperaturas, y se encomiendan a las previsiones de entrada de frentes fríos para enderezar la situación. En los Alpes, la estación de Tignes tuvo que cancelar en enero el Trofeo Andros, una carrera de autos y motocicletas sobre hielo. Mientras que en Contamines, cerca de la frontera con Suiza, el Mundial de Telemark (una modalidad de esquí), que debía realizarse en enero, fue pospuesto a febrero. Y también han sido cerradas por semanas decenas de pistas en Francia, Suiza y Austria. Ahora muchas han reabierto, así como ocurre en Italia, pero nadie está seguro de cuánto tiempo esto durará.

Caso parecido es el de Alemania donde, sin embargo, la industria de los deportes de invierno y su gasto asociado equivale al 2,3% del PIB del país. En los Alpes bávaros la temperatura ha aumentado 1,5 ºC en los últimos 60 años, lo que ha aumentado la necesidad de usar los cañones de nieve, que consumen mucha energía. Tanto es así que se ha llegado a estimar que la mitad de las estaciones de equis de Baviera están en riesgo de desaparecer en las próximas dos décadas. 

Suscríbete para seguir leyendo