Guerra en Ucrania

Borrell apuesta por dar la "batalla diplomática" por Ucrania ante la "ambigüedad estratégica" de muchos países

El jefe de la diplomacia europea ha lamentado que el Gobierno chino mantenga una "neutralidad prorrusa" aunque ha asegurado que "por el momento"

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell.

El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell. / EP

Silvia Martinez

El presidente rusoVladímir Putin, puede haber "perdido la guerra" y el Ejército ruso estar "militarmente derrotado", tal y como repite incansablemente desde hace meses el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, pero "Ucrania todavía no ha ganado" y la Unión Europea tiene que seguir apoyando a Kiev para evitar que el país sea borrado del mapa o se convierta en una segunda Bielorrusia. Y, sobre todo, tiene que dar la "batalla diplomática" para explicar lo que está ocurriendo porque hay "muchos líderes en el mundo", sostiene el político español, que mantienen una "ambigüedad estratégica" hacia Ucrania no son suficientemente contundentes en su condena, ha dicho durante un foro sobre seguridad y defensa celebrado en Bruselas.

"Veo líderes en el mundo en una ambigüedad estratégica. Les llamo la gente del 'yes pero'. No puede haber peros. Hay una invasión. Un país está invadiendo otro sin justificación. Cientos de personas son asesinadas cada día. No hay ningún pero que valga", ha asegurado interrogado sobre la postura de países como India o Brasil pero sin mencionar a ningún país en concreto. "No quiero acusar a nadie porque se supone que soy un diplomático pero está claro que cuando escucho a la gente decir que quieren la paz: ¡Yo también! Y quienes más lo quieren son los ucranianos, a quienes bombardean todos los días", ha añadido sobre una "guerra sangrienta" que no debería llevar a una división entre Occidente y el resto del mundo.

El jefe de la diplomacia europea insiste en que China debe influir en Moscú para detener la guerra y lamenta la "neutralidad prorrusa" de Pekín

A juicio de Borrell, pese a la "limitada amistad sin límites" que existe entre el tándem Rusia-China, Pekín debería ejercer su influencia sobre Moscú para detener la guerra y considera "bueno que el presidente Xi (Jinping) haya llamado a (Volodímir) Zelenski" aunque entiende que Pekín no puede ejercer de mediador porque no es un acto imparcial. Es más, el jefe de la diplomacia europea ha lamentado, no obstante, que el Gobierno chino mantenga una "neutralidad prorrusa" aunque ha asegurado que "por el momento". China no está aportando apoyo militar a Moscú. 

"Permanecer vigilantes"

"Tenemos que permanecer vigilantes y no tenemos interés en empujar a Rusia a los brazos de China pero no creo que China se sienta muy cómoda con lo que está ocurriendo. Tiene mucha influencia y tiene que usarla para frenar la guerra", ha recordado sobre un país con el que la UE aspira a reposicionarse. "Tenemos una rivalidad pero no debe ser entendida como rivalidad sistemática", ha dicho Borrell recalcado que lo importante de cara al futuro es cómo utilice Pekín su poder. En todo caso, tiene claro que el gigante asiático no será un destino alternativo al gas ruso y considera que Rusia tendrá "problemas" para conseguir el dinero que obtenía hasta ahora de la UE.

Su ambición personal, y la de la institución a la que presenta, es conseguir que la paz llegue a Ucrania. "Es algo que tiene que ocurrir. Putin no puede ganar esta guerra. Es nuestro compromiso más fuerte, mío personal y de la UE en conjunto", ha reafirmado. El alto representante ha aprovechado el foro para hacer balance de la ayuda suministrada por la UE a Ucrania: 16.000 millones de euros entre los 6.000 millones comprometidos del fondo europeo para la paz y las aportaciones de los Estados miembros que han entrenado hasta ahora a 17.000 soldados ucranianos y aspiran a alcanzar la cifra de 30.000 para finales de año. Borrell también ha recordado el vuelco que ha supuesto la guerra en materia de defensa y el compromiso asumo por los gobiernos de la UE para multiplicar su gasto militar al que destinarán, según ha precisado, "70.000 millones en los próximos tres años".