La salud del presidente brasileño

Lula evoluciona favorablemente tras ser operado por una hemorragia intracraneal provocada en octubre tras un accidente doméstico

Según el centro médico paulista donde fue operado, el mandatario se encuentra estable, habla y come con normalidad

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre del G20 en Rio de Janeiro (archivo)

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre del G20 en Rio de Janeiro (archivo) / Kay Nietfeld/dpa

Abel Gilbert

Abel Gilbert

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, evolucionaba favorablemente este martes tras ser operado en una clínica paulista para drenar un hematoma de tres centímetros causado por una hemorragia intracraneal. De acuerdo con las autoridades del Hospital Sirio-libanés, el mandatario se encuentra estable, habla y come con normalidad. Los médicos aseguraron a su vez que no hay daños cerebrales tras una intervención que duró dos horas.

Lula llegó al hospital con un malestar general, náuseas y un estado agitación. Los especialistas consideraron que la situación que ha atravesado es normal para personas de su edad. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) tiene 79 años. Los médicos esperan darle el alta a comienzos de la semana venidera si se mantiene el ritmo auspicioso de la evolución postoperatoria.

La operación fue realizada por el neurocirujano Marcos Stavale, la infectóloga Ana Helena Germoglio, coordinadora general del equipo de Salud del presidente, el cardiólogo Roberto Kalil, el neurólogo Rogério Tuma y el neurocirujano Mauro Suzuki. Los médicos consideraron poco probable que tengan lugar nuevas hemorragias.

Caída en octubre

El jefe de Estado había sufrido una caída en el baño personal del Palacio de la Alvorada, la residencia del Ejecutivo en Brasilia, el pasado 19 de octubre. El golpe en la cabeza le provocó dolores de cabeza y somnolencia. Debido a ese incidente, Lula canceló su viaje a Rusia para participar en la cumbre de los BRICS+. En su momento se especuló que había decidido permanecer en su país para evitar un encuentro con su colega Nicolás Maduro. En el marco de esa cumbre, Brasil vetó el ingreso de Venezuela al bloque que integran también China, India y Sudáfrica.

Posteriormente, el presidente encabezó los actos de la cumbre de líder del G20 celebrada a mediados de noviembre en Río de Janeiro, que inauguró con un discurso en el que puso el foco en la lucha contra el hambre, la crisis climática y criticando la inversión en guerras en detrimento de cuestiones que afectan a las poblaciones más vulnerables.

En la noche del lunes fue ingresado a la sede del hospital en la capital en Brasilia para "realizarse un examen" debido a la recurrencia de los dolores. La resonancia magnética mostró una hemorragia intracraneal y fue trasladado de inmediato al Hospital Sirio-Libanés de San Pablo, conocido por la excelencia de su servicio.

Efecto político

De acuerdo con el diario paulista 'Folha', la operación "de urgencia" sacará a Lula de circulación "por un tiempo aún no definido". El percance tiene un inmediato efecto político porque impacta en "un momento delicado para la articulación del Gobierno y tiene el potencial de reactivar el acallado debate sobre su sucesión en 2026". La publicación cita otras fuentes médicas, según las cuales lo que le ocurrió al presidente "no es nada trivial". Al respecto, 'Folha' añadió: "Hablar de la salud de los funcionarios es tabú en todo el mundo, pero se está convirtiendo en blasfemia en Brasil. En público, por supuesto, ya que en los mensajes privados entre los actores políticos esta mañana ya estaban añadiendo agua al molino de la especulación sobre el escenario".

La salida temporal de escena de Lula se produce cuando el Gobierno esperaba avanzar en las negociaciones para aprobar el paquete de medidas fiscales presentado por el titular de la cartera de Hacienda, Fernando Haddad. "El tiempo apremia y, como ya está señalando el humor agrio del mercado, la tarea es muy difícil", concluye 'Folha'.

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