Crisis arancelaria

Italia e Irlanda se preparan para los aranceles de Trump, que llegarían en el peor momento para Alemania y Francia

El tejido empresarial de los cuatro países, grandes exportadores a EEUU, exige a las administraciones nacionales y europeas que eviten "unos gravámenes nunca vistos"

Dondald Trump.

Dondald Trump.

Leticia Fuentes | Gemma Casadevall | Gemma Casadevall | Irene Savio | Lucas Font

Expectantes ante la decisión que pueda tomar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respecto a las relaciones comerciales de su país con la Unión Europea, los empresarios de las principales potencias exportadoras empiezan a buscar estrategias para tratar de que el mal sea el menor posible. En algunos países, como Francia Alemania, la subida de gravámenes llega en muy mal momento. En Italia, con unas regiones en el sur que suministran al mercado estadounidense de pasta, vinos y quesos, la actitud es de momento de prudencia. Irlanda, por su parte, está inquieta ante la posibilidad de que las farmacéuticas americanas que trasladaron su sede al país, atraídas por sus ventajas fiscales, decidan ahora, ante este nuevo panorama, regresar a su lugar de origen.

Francia: Los exportadores franceses tiemblan ante la decisión de su mayor comprador exterior

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca inquieta a la economía francesa, que precisamente, no pasa por su mejor momento. El país cuenta con un déficit público que dobla el 3%, límite establecido por Bruselas, y acaba de aprobar unos impopulares presupuestos de 2025, que buscan sanear las cuentas del Estado. Este pasado martes, 600 empresarios y banqueros se reunieron en París para expresar su preocupación en el marco de la feria anual de La Semana de la Exportación, una iniciativa liderada por la dirección general del Tesoro y el Ministerio de Economía. "Estados Unidos es un socio enorme", recordó el ministro de Economía, Eric Lombard, quien quiso remarcar que Estados Unidos sigue siendo "la primera salida exportadora de Francia", con 170.000 millones de euros de bienes y servicios vendidos. No solo eso, también es el mayor empleador de franceses e inversor extranjero. Según el Tesoro, en 2021, más de 4.600 empresas estadounidenses emplearon a 480.000 trabajadores en Francia, invirtiendo un total de 140.000 millones de euros en el país galo. 

La agricultura francesa no se queda atrás y empieza a mostrar signos de preocupación. Se cumple un año de la revuelta que bloqueó durante días las principales rutas de Francia para pedir mejoras en el sector. Ahora, el anuncio del presidente Donald Trump de imponer aranceles de más del 10% sobre los productos agrícolas y vitícolas, tensa al campo francés, que sigue esperando medidas concretas de protección como prometió el gobierno de Macron. En 2023, Estados Unidos representó el 6,6% de las exportaciones agrícolas y el mercado agroalimentario de Francia. El vino y los licores son los principales productos franceses exportados, superando los 3.700 millones de euros, seguidos de los productos de alimentación (566 millones de euros), los lácteos (262,2 millones de euros) y los de panadería, pastelería y bollería (220 millones de euros).

Ante la amenaza comercial, empresas alimentarias como Savencia, "se preparan". "Para todo lo que sale de Francia, empezamos a crear existencias de reserva y a planificar la parte de "discusiones comerciales" sobre los impactos en los precios (...). Si alguna vez los precios se salen de control, tenemos un plan que nos permite producir lo que hacemos en Francia con nuestro equipo local. Necesariamente será diferente: no vamos a importar leche para hacer queso en Estados Unidos. Esta no es la intención del grupo, pero estamos pensando en ello", afirma Soutima Buffin, encargada de compras para las cadenas de suministro del grupo, para la revista especializada 'La France Agricole'. Texto por Leticia Fuentes.

Alemania: El peor momento posible para el maltrecho motor alemán

Para Alemania, hablar de trabas a sus exportaciones, o aranceles, en un momento como el actual, en recesión y con la industria de la automoción en crisis es la peor pesadilla. No es la primera vez que la amenaza procede de su gran aliado transatlántica, Estados Unidos. Ya en el primer mandato de Donald Trump, con la sólida Angela Merkel en la cancillería, hubo amagos de guerra comercial. Al también entonces presidente de Estados Unidos no le gustaba que por las calles de su país se vieran más autos de 'Made in Germany' que Chevrolets por Alemania. Sus aranceles castigaron esencialmente al acero y el aluminio.

Ahora regresó un Trump insaciable, con un ímpetu calificado de tsunami, sobre una Alemania que cerró 2024 en recesión, por segundo año consecutivo, y a la que, con suerte, se le pronostica un crecimiento mínimo este 2025. No hay perspectivas de una recuperación rápida para gigantes como Volkswagen o Mercedes, bajo presión por la debilidad y competencia de uno de sus grandes mercados receptores, China.

El Instituto de la Economía Alemania (IW) estima que, solo los aranceles anunciados contra México, Canadá y China, de materializarse, provocarían para Alemania unas pérdidas de 25.000 millones de euros para el presente año. O una caída en su PIB del 0,4 %. El acuerdo alcanzado por la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum recibió los elogios explícitos del canciller Olaf Scholz -"una negociadora inteligente", según el socialdemócrata-. Al fin y al cabo, los aranceles perjudicarían a Alemania incluso si el país castigado es un tercero. En el caso de México, porque tienen ahí tanto VW como otros consorcios germanos las sedes para toda la región. A México o desde México no solo se exportan coches, sino también componentes de automóviles destinados al mercado estadounidense. Tienen en el país norteamericano sus fábricas VW, Audi y BMW, mientras que Mercedes produce en una planta compartida con Nissan que nutre al mercado estadounidense.

"La UE debe empezar a pensar con qué negocia para evitar unos aranceles de niveles nunca vistos", advierte la economía Galina Kolev-Schaefer, del IW. Alemania es el primer socio comercial europeo para EEUU, recuerda este instituto. Y el sector clave es inequívocamente la automoción. Texto pot Gemma Casadevall.

Italia: La industria alimentaria italiana perdería 1.000 millones anuales y 54.000 empleos

Que perder, hay mucho. Para Estados Unidos, Italia es actualmente su tercer proveedor de productos agroalimentarios, con un valor de alrededor 7.000 millones de euros en exportaciones italianas de este sector al país, según datos del Instituto de Estadísticas de Italia (ISTAT). Esto incluye principalmente vino, quesos y pasta, entre otros productos, que en más de un 20% provienen del sur de Italia, posiblemente la zona más afectada si las amenazas de nuevos gravámenes adicionales por parte de Estados Unidos se materializan.

Luca Bianchi, director del centro de estudios SVIMEZ, describe el riesgo para Italia como un escenario "muy preocupante". "Según una evaluación que hemos realizado, basada en un eventual arancel adicional del 20%, el sector agroalimentario italiano perdería alrededor de 1.000 millones de euros, lo que significaría una caída del 16%, que llegaría hasta el 18% en el sur de Italia", explica en una entrevista con El Periódico de Cataluña. "Además de los 54.000 trabajadores que podrían perder su empleo en todo el país, un 25% serían personas que trabajan en este sector", añade.

Con esto como punto de partida, y a pocos años de haber sufrido otro golpe —las restricciones para exportar a Rusia—, la posición del sector ahora es de prudencia, a la espera de tener noticias más concretas sobre si realmente Estados Unidos impondrá nuevos aranceles a los productos importados europeos. Tanto es así que algunas organizaciones de defensa de los agricultores, como Coldiretti, se han centrado últimamente más en otra queja: el posible daño que podría causar el reciente acuerdo entre la Unión Europea y el bloque agropecuario del Mercosur.

Una explicación tal vez se halle también en otra realidad, según Bianchi. "Es evidente que una posible estrategia podría ser diversificar y buscar otros mercados en los que vender esos productos, especialmente en Asia. Pero hay productos que enfrentarán grandes dificultades debido a su precio y a que no se consumen en la misma cantidad en todo el mundo. Pienso, por ejemplo, en los quesos", observa el analista. Texto por Irene Savio.

Irlanda: Preocupación por la marcha de la industria farmacéutica estadounidense deslocalizada en Irlanda

Las amenazas arancelarias de Donald Trump han provocado inquietud en Irlanda. Estados Unidos es el principal país de destino de sus exportaciones, con un total de 54.000 millones de euros en 2023 (un 28% del total), según datos de la Oficina Central de Estadística. Más de la mitad de este importe (36.000 millones de euros) procede de las exportaciones de productos médicos y farmacológicos, la mayoría de ellos fabricados por industrias farmacéuticas estadounidenses con sede en Irlanda.

La deslocalización de las grandes farmacéuticas, que hasta ahora se han beneficiado del permisivo sistema fiscal irlandés, podría llegar a su fin en caso de que la nueva administración estadounidense decida imponer aranceles a la Unión Europea. Algo que afectaría directamente a Irlanda y a sus ingresos en concepto de impuesto de sociedades, que representaron cerca de 39.000 millones de euros en el último año gracias, en gran parte, a las multinacionales estadounidenses instaladas en el país. 

El viceprimer ministro irlandés, Simon Harris, ha asegurado que los posibles aranceles supondrán "desafíos significativos" y ha alertado de que no beneficiarán a ninguna de las partes. Es por este motivo que ha anunciado esta semana la creación de un grupo de asesoramiento económico estratégico, formado por representantes del sector empresarial estadounidense, que tratará de minimizar los posibles daños a la "mutuamente beneficiosa" relación comercial entre los dos países. "Europa debe trabajar y trabajará conjuntamente, así como con Estados Unidos, para evitar esta situación y, en caso de que sea necesario, mitigar cualquier medida adoptada", ha afirmado Harris. Irlanda es el cuarto país del mundo con un mayor superávit comercial con Estados Unidos (de 31.000 millones de euros en 2023), sólo por detrás de China, México y Vietnam.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents